Las cuatro potencias aliadas impulsan el carácter internacional de Berlín

La ciudad dividida de Berlín fue ayer escenario de una reunión extraordinaria de las cuatro potencias aliadas ante las que se rindió en 1945 la Alemania de Hitier. Los embajadores en Bonn de Estados Unidos, el Reino Unido y Francia se citaron con el embajador soviético ante la República Democrática Alemana en el viejo edificio del Consejo del Control Aliado, sito en el sector occidental de Berlín. Los cuatro diplomáticos acordaron impulsar el carácter internacional de la ciudad de Berlín en base a la denominada iniciativa Reagan, formulada por el entonces presidente norteamericano en 1987.La reunión en la vieja capital del Reich, la primera que los cuatro aliados celebran desde hace 18 años, coincidió con un minicongreso de la Unión Cristiana Democrática (CDU), en el que el canciller de la República Federal de Alemania, Helmut Kohl, dio ligeramente marcha atrás en su plan de 10 puntos para una futura reunificación alemana. Kohl, quizá influido por las críticas formuladas por la Unión Soviética y por algunos de sus aliados comunitarios, reconoció que su proyecto de confederación acarrearía en estos momentos graves problemas. A esta cita democristiana acudió asimismo el partido democristiano de la República Democrática Alemana, hasta hace poco aliado de los comunistas. "Nunca mi partido ha pretendido establecer una gran Alemania con una fuerza excesiva en el centro de Europa", afirmó Kohl, para insistir en que la política europea y la alemana "son inseparables" y que la unidad de Alemania es "impensable" sin la unidad de Europa.

La iniciativa Reagan contempla la potenciación de Berlín como un importante nudo de tráfico aéreo y como sede de unos Juegos Olímpicos. En estos momentos, todos los Vuelos a la vileja capital del Reich se realizan por tres pasillos aéreos estrictamente controlades por el Centro de Seguridad Aérea de Berlín, compuesto por inilitares de los cuatro aliados.

Una encuesta publicada ayer por la revista Bünte, de la RFA, muestra que los españoles se encuentran entre los cíudadanos europeos más proclives a la reunificación alemana.

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