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Las siete vidas de Caperucita

En Amsterdam se representa una versión teatral Dadá del cuento infantil

Isabel Ferrer

Caperucita Roja, la historia de la niña que se encontró en el bosque con el lobo cuando llevaba una cesta con miel para su abuela y a punto estuvo de perecer devorada, recuperada ya por Charles Perrault (1695) y los hermanos Grimm (1812), vuelve hoy a ser actualidad en la versión teatral Dadá estrenada en Amsterdam por el autor holandés Chaim Levano. En esta ocasión, el absurdo y la contestación al arte propia del estilo Dadá recrea siete vidas distintas y extravagantes de Caperucita Roja.

La obra, representada en el teatro Bellevue, de Amsterdam, ha sido dirigidae por Carel Alphenaar. Dividida en textos cortos interpretados por dos actores y dos actrices, desgrana siete vidas distintas de una Caperucita Roja que en escena hit perdido su famoso gorro pero conserva la esencia de todos los elementos acogidos por las diferentes culturas. Así, alrededor de una mesa los actores sugieren la vuelta al seno materno con la abuela saliendo viva de la tripa del lobo, la iniciación sexual que cruza la conversación entre la niña y la fiera y, por supuesto, el miedo y atracción por lo desconocido que late en el paseo por el bosque.

Levano inicia su pieza con una paráfrasis de la versión oral contada a los niños al ca lor del fuego y en la que una in geniosa chiquilla descubre a tiempo el disfraz del feroz lobo y abandona la cama que com partían creyéndole su abuela. Su texto no es fácil y los actores sin disfraz entrecortan sus propios diálogos para acabar discutiendo sobre el cuento en un escenario austero.

En el relato de Perrault que le sigue, el pasaje del lecho ha desaparecido por considerarlo el autor francés obsceno y peligroso para la educación sentimental de los pequeños del siglo XVII. Aquí, la niña averigua la identidad del lobo con sus preguntas y huye sin introducirse en la cama. Los hermanos Grimm también consultados por Levano adaptaron el viaje a casa de la anciana utilizando a un lobo que trata de desviar a la niña hacia el bosque con la excusa de coger flores.

La Caperucita Roja contada en China y recogida en la obra teatral simboliza la lucha contra el capitalismo que la niña quiebra burlando al lobo. Más adelante, los actores relatarán las tribulaciones de una pequeña necesitada de ayuda psiquiátrica y de otra, doliente, que apenas soporta a una madre autoritaria.

Según Chaim Levano,la iniciación sexual de Caperucita Roja con el lobo es bien conocida sobre todo porque este impulso late incluso en los cuentos infantiles originales donde un animal poderoso trata de devorar a una niña inocente. "El ingenio de la pequeña y la moraleja final han sido luego adaptados de forma tan diversa que al consultar libros para componer la pieza descubrí hasta una Caperucita Roja sabionda que acaba dominando al lobo e invirtiendo la situación", dice.

Múltiples interpretaciones

Interpretado desde el punto de vista cristiano como la victoria del bien contra el engaño, leído como un texto erótico o psicológico y hasta matemático, lo cierto es que en los tres últimos siglos el cuento de Caperucita Roja ha sido objeto de múltiples adaptaciones y tesis, y su rueda de preguntas al lobo forma parte incluso del argot militar norteamericano.

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