Un terror sospechosamente efectivo
La Rote Armee Fraktion (RAF), la Fracción del Ejército Rojo, tiene sus orígenes en la revolución estudiantil de 1968, en los movimientos de la izquierda radical y en su fundamentalismo aplicado con rigor teutón. Sin embargo, 21 años después de la primera acción violenta del grupo fundado por Andreas Baader y Ulrike Meinhof, los certeros golpes de la RAF -con. largos intervalos de inactividad, años sin que se produzca detención alguna y el grado de información demostrado por este grupúsculo aparentemente aislado- plantean serios interrogantes. Su operatividad es ya más que sospechosa.
El septiembre negro de 1977 fue el trágico auge del terrorismo en la República Federal de Alemania (RFA). Goafried Buback, fiscal general del Estado, había sido asesinado en Karlsruhe el 7 de abril. El banquero Jürgen Ponto muere después en atentado cerca de Francfort.
El 5 de septiembre es secuestrado Hans Martin Scleyer, presidente de la todopoderosa patronal de la RFA. En la acción mueren su chófer y tres policías. El 13 de ese mismo mes, un grupo de terroristas secuestra un avión de Lufthansa. Exigen la liberación de los encarcelados Andreas Baader, Ulrike Meinhof y otros cómplices. Horas después de la espectacular liberación de todos los rehenes del avión por fuerzas especiales enviadas por Bonn al aeropuerto de Mogadiscio (Somalia), los líderes de la RAF, encarcelados en la prisión de Stammheim, se suicidan en sus celdas. La RAF ejecuta a Schleyer.
En febrero de 1985 reaparece la RAF con el asesinato de Ernst Zimmermann, presidente de la MTU, una compañía dedicada en parte a la fabricación de material bélico. En agosto coloca una bomba en la base norteamericana de Francfort, explosión en la que mueren dos personas. Un soldado fue asesinado previamente por el comando. En julio de 1986, otra bomba mata a Karl Heinz Beckurts, miembro de la dirección de Siemens y responsable del aparato de investigación tecnológica para la cooperación entre EE UU y la RFA en la Iniciativa de Defensa Estratégica (SDI). El 10 de octubre de 1986 muere asesinado el director del departamento político del Ministerio de Asuntos Exteriores de Bonn, Gerold von Braunmühl. El 20 de septiembre del pasado año, el secretario de Estado de Hacienda del Gobierno alemán occidental, Hans Tietmeyer, escapa ileso de un extraño atentado con una escopeta.
"La RAF trabaja de forma autárquica", insisten los servicios secretos. Aseguran que sus únicas conexiones son con el terrorismo árabe, que sus contactos con Acción Directa en Francia son circunstanciales y que el IRA y la ETA han rechazado toda cooperación.
Conocían la labor de Beckurts en Siemens en el proyecto SDI, sabían del papel de Von Braurimühl en la cooperación de defensa europea y logran asesinar al emperador de las finanzas e industrias de Europa. Su éxito, su operatividad y selección es al menos sorprendente para un grupo de 20 personas supuestamente aislado y buscado por uno de los aparatos policiales más especializados del mundo.
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