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HACIA UNA NUEVA EUROPA

'Cumbre' en la cresta de la ola

Hace 14 años, el 'Belknap' estuvo a punto de provocar un accidente nuclear

Como una mujer veterana, y quizá por que barco en inglés es femenino, el USS Belknap, uno de los dos navíos de guerra -el otro es el moderno crucero soviético Slava- que servirán de anfitriones a los presidentes George Bush y Mijail Gorbachov en su cumbre flotante en aguas de Malta los días 2 y 3 de diciembre, ha sufrido dos importantes cirugías estéticas con un intervalo de 10 años. El primero de los liftings comenzó en 1975 y duró cinco años. La segunda, en 1985, acondicionó el Belknap como buque insignia de la VI-Flota de EE UU en el Mediterráneo.

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La tardanza en la primera reparación no era para menos. El crucero, de 8.000 toneladas, sufrió un gravísimo accidente el 22 de noviembre de 1975 al chocar frente a Sicilia con el gigantesco portaviones de 77.000 toneladas John F. Kennedy en circunstancias todavía no aclaradas suficientemente por la Marina estadounidense.Según han revelado documentos publicados este verano, el fuego que se desencadenó a bordo del Belknap como consecuencia del choque con el portaviones estuvo a punto de alcanzar a las cabezas nucleares de los proyectiles dirigidos almacenados en el crucero. Las llamas se quedaron a la escasa distancia de 15 metros del armamento nuclear.

El contralmirante retirado Eugene Carroll, que mandaba entonces el portaviones y su flotilla de protección, ha declarado que "nunca hubo peligro de una explosión nuclear, ya que las cabezas de los proyectiles están configuradas de tal forma que en caso de incendio las llamas no puedan actuar como detonante de la carga. Pero sí corrimos el peligro de hacer frente a unos escapes de radiactividad considerables", añadió.

La Marina no niega ni admite esa posibilidad de acuerdo con su política tradicional de no revelar la clase de armamento que llevan a bordo los navíos de la US Navy. Su escueto comentario ha sido que en el incendio no hubo ningún armamento nuclear implicado.

El accidente se produjo en el curso de un ejercicio de vuelo nocturno por parte de los aviones del Kennedy. La visibilidad era escasa y el Belknap se encontraba en posición de rescate de tripulantes que pudieran caer al agua. Por circunstancias desconocidas, el portaviones arremetió en una maniobra contra el Belknap y su enorme cubierta de vuelo segó como una gigantesca cuchilla toda la estructura superior del crucero. Miles de litros de combustible de aviación cayeron sobre el Belknap y se incendiaron como consecuencia de una explosión no aclarada. El accidente produjo el trágico balance de ocho muertos y 25 heridos.

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Remolcado a los astilleros navales de Filadelfia, el Belknap fue dado de alta después de una profunda modernización el 30 de mayo de 1980. Cinco años después volvía a los astilleros de Norfolk para sufrir una nueva modificación destinada a convertirle en el buque insignia del poderío naval norteamericano en el Mediterráneo.

El barco tiene una eslora de 182 metros y una manga de 19. Su tripulación está compuesta por 27 oficiales y 450 marineros, a los que hay que añadir la dotación de Estado Mayor de la VI Flota, que lleva a bordo otros 28 oficiales y 79 especialistas.

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