Abandonar algo para no perderlo todo

El 24 de noviembre de 1989 será una fecha histórica y un día de alegría no sólo para Checoslovaquia, sino para todos aquellos que se vieron conmocionados hace más de 20 años, por la entrada de los carros de combate soviéticos en Praga, por ese crimen contra la libertad, al que seguiría una larga noche.El alba llega por fin. Condenados por los cientos de miles de manifestantes que presionaban en las calles desde hace días, los dirigentes ( ... ) han tirado la toalla, ya que Moscú les había prohibido todo recurso a una "solución Tiananmen". Y ( ... ) han tenido que soportar la peor humillación: asistir al espectáculo de Alexander Dubcek aclamado por una multitud delirante en un balcón de la plaza de San Wericeslao. No, decididamente, la historia no está estancada; puede incluso tener efectos bumerán que se parecen bastante a la justicia.

¿Quiere esto decir que se ha ganado la batalla de la democratización? En absoluto. Aquí, como en otros lugares de Europa central, no ha hecho más que empezar. Al sacrificar a todos los dirigentes implicados en la represión de laprirnavera de Praga y en la colaboración con la Unión Soviética, los miembros del comité central han abandonado algo para no perderlo todo. ( ... )

Sólo la presión constante de la calle puede desbaratar sus cálculos. ( ... ) ¿Qué van a hacer ahora los checoslovacos? El resultado de la historia, por una vez, está en sus manos.

, 27 de noviembre