Pinochet celebra su último cumpleaños como presidente

El general Augusto Pinochet cumplió ayer 74 años, y durante los homenajes y saludos, que comenzaron el viernes, pidió como regalo el afecto de los chilenos, "pero no de todos". Frente a su residencia, una banda del Ejército interpretó Lili Marleen y Erika, sus melodías favoritas, que los soldados nazis cantaban en la II Guerra Mundial."Éste es un momento muy sentimental", dijo Pinochet, que lleva 16 años en el poder, en el Gobierno más prolongado en Chile desde la independencia de este país, y está a sólo cuatro meses de dejar la presidencia.

En su residencia, Pinochet ofreció cinco tortas diferentes a algunos invitados: militares, ministros, funcionarios y periodistas amigos. Fue, sin embargo, notoria la ausencia de los principales líderes de la derecha, a quienes la cercanía con el jefe del Estado les quita votos. Pinochet, que seguirá como jefe del Ejército en la democracia, dijo que la acción del Gobierno "deberá ser ahora más fuerte que nunca".

"Este señor es una especie de ex abrupto de la historia", "es la expresión más directa de la malignidad social y política de una parte de los chilenos", dicen algunas de las 100 opiniones sobre Pinochet recogidas en un libro publicado en la víspera. A 18 días de las elecciones de presidente y Parlamento, Chile vive una apertura política en que los juicios sobre el anciano general se expresan sin temor.

Es el régimen militar quien está a la defensiva. Pinochet, con leyes dictadas en los meses previos a las elecciones de presidente y Parlamento, que se desarrollarán el 14 de diciembre, ha procurado restar facultades al próximo Gobierno. Detrás de la defensa de una ley que amnistió los crímenes cometidos en los primeros años del golpe de Estado de 1973, ha logrado aglutinar a las fuerzas armadas.