El maronita Elías Haraui, nuevo presidente de Líbano

El Parlamento libanés eligió anoche a Elías Haraui como nuevo presidente de la República, en sustitución del asesinado René Muawad. Se ha tratado del escrutinio más breve en la historia política del país. A tan sólo dos días de la muerte de Muawad, y en tan sólo dos horas, los diputados fueron capaces de transformar su acuerdo de hace 20 días en otro nuevo que mantiene el espíritu de Taif. El primer acto oficial al que asistirá el recién nombrado jefe del Estado será el funeral de su predecesor, que esta mañana se celebrará en la localidad de Sgorta. Fue suficiente una vuelta para que Haraui lograra la mayoría requerida por la Constitución.

De los 55 parlamentarios que se encontraban reunidos en el hotel Park de Cultura, a unos 50 kilómetros de Beirut, 53 votaron por el nuevo presidente. En principio eran suficientes 48 sufragios para que la sesión fuera válida y se alcanzara el quórum necesario. Este número equivale a los dos tercios de los miembros de la Cámara que aún permanecen con vida: 72 tras la muerte de Muawad. La Asamblea, elegida en 1972 y que se ha autorrenovado desde entonces debido a la guerra civil, contaba en su origen con 99 parlamentarios.La llegada de 10 diputados residentes en el extranjero, a instancias del presidente de la Cámara, Husein Huseini, aceleró la celebración de la votación. Otros 43 representantes se encontraban ya en Chtura desde el día anterior, adonde llegaron procedentes de Baalbeck. Diez legisladores permanecen acantonados en las regiones cristianas bajo control del general Michel Aoun, quien no reconoce la elección presidencial celebrada en territorio controlado por Siria. Además, otros nueve que viven fuera del país no respondieron a la invitación de Huseini.

El temor al fracaso del plan de reconciliación elaborado en la ciudad saudí de Taif, que los observadores consideran el objetivo de los asesinos de Muawad, movió a las autoridades de Damasco a fomentar una elección casi inmediata, con el respaldo de Estados Unidos y el triunvirato de la Liga Árabe. Con ese alarde, Siria pretendió, sin duda, alejar las sospechas que han recaído sobre ella. Algunos observadores estiman que el atentado sólo ha podido ser obra de sus servicios secretos, bajo el control que mantiene sobre el lugar del suceso, en Beirut oeste. Para estas fuentes, las resoluciones de Taif, que los sirios se vieron obligados a aceptar sin excesivo entusiasmo, les han incomodado casi tanto como a su rival, el general cristiano Aoun. En esas circunstancias, un presidente dialogante, moderado y libanés por encima de todo corría el riesgo de escapársele de las manos.

Por su parte, el Gobierno de Aoun, objetivo de las acusaciones sirias, ha decretado para hoy una jornada de cierre general en las regiones bajo su control, como señal de duelo por la muerte de Muawad. El exiguo presidente, cuyos despojos mortales fueron trasladados ayer a Sgorta, su ciudad natal, será enterrado esta misma mañana. "Su asesinato no ha sido el primero, ni será el último, mientas fuerzas no libanesas se encuentren en Líbano", declaró al hacer público el luto el general Isam Abu Yamra, uno de los ministros de Aoun.

Frente a los partidarios de la conveniencia de un relevo rápido, el bloque de los diputados cristianos que aprobaron los acuerdos de Taif intentó sin éxito un aplazamiento de la elección con el fin de ganar tiempo para las negociaciones. Este grupo parlamentario, encabezado por el líder del partido Kataeb (Falanges) y ex aspirante a la presidencia, Georges Saade, contaba con el respaldo político del patriarca maronita, Nasrala Sfeir, y de las Fuerzas Libanesas (FL). Al fin aceptó la necesidad de proceder al reemplazo de Muawad por celeridad. Las negociaciones entre los diputados se iniciaron en la noche misma del pasado miércoles, tras la muerte del anterior presidente, y se enfrentaron a los mismos escollos de hace una veintena de días, cuando se reunieron en Koleyat, un aeropuerto militar del norte de Líbano.

Además de la rapidez del proceso, ha sorprendido en esta ocasión el lugar escogido para la celebración del escrutinio presidencial (el decimosexto desde la independencia del país). El hotel Park de Chtura no es, como el aeródromo de Koleyat, una institución oficial.