El Comité Central del PCI aprueba el plan de Occhetto para la refundación del partido
El secretario general del Partido Comunista Italiano (PCI), Achille Occhetto, ganó ayer una importante batalla en el comité central de su partido, en el que su propuesta de abrir una fase constituyente que dé vida a una nueva fuerza política de la izquierda capaz de presentarse como alternativa programática de Gobierno al poder de la Democracia Cristiana fue aprobada por dos tercios de la asamblea.
Que la batalla, no era fácil de ganar lo ha revelado el hecho de que aunque la propuesta de Occhetto fue aprobada por 219 votos a favor, 73 se declararan contrarios y 34 se abstuvieran.En su discurso de ayer, tras cuatro días de apasionado y a veces dramático debate del máximo órgano de gobierno comunista, Occhetto se jugó el todo por el todo. Hubo quien había apostado la víspera que ante la resistencia de una buena parte del partido a la revolución occhettiana, el secretario habría aceptado al final un compromiso a la italiana. Se equivocaron. Occhetto no aceptó paños calientes. Dijo, enseguida, que ponía a votación su propuesta sabiendo muy bien que si tal voto hubiese sido negativo no le quedaba otro camino que dimitir allí mismo.
A los que le habían acusado de haber actuado con excesiva prisa, Occhetto respondió: "Estoy cada vez más convencido de que no sólo nosotros, los comunistas, sino en general toda la política de este país está en un tremendo retraso con los tiempos, y que el mío ha sido un gesto de responsabilidad".
"No me arrepiento de haber tirado una piedra contra el agua estancada de la política italiana", explicó Occhetto a la asamblea que le escuchaba con gran atención, consciente de que estaba viviendo una hora histórica y que sabía muy bien que iba a haber contraposiciones" a su propuesta de refundar el partido, que estaba seguro de que dicha contraposición llevaría a una mayor claridad y que si todos contribuyen ahora a hacer algo de nuevo y mejor para el partido, ello acabará en una unidad futura más madura.
Craxi ironiza
El secretario socialista Bettino Craxi, que desde Bruselas, interviniendo en la Internacional Socialista, había roto el silencio de estos días para ironizar sobre lo que estaba pasando en el comité central comunista, acusándoles de "estar haciendo arqueología lingüística", Occhetto le respondió con dureza. Le dijo que nadie había autorizado a Craxi a hacer exámenes a los demás. Que si acaso, le toca ahora a él hacer una revisión a fondo de su política. Dijo también que Craxi está desaprovechando una ocasión única de contribuir él también a crear una alternativa programática de izquierdas en Italia.
"La unidad de izquierdas", le dijo Occhetto al líder socialista, no se hace bajo los viejos parámetros de la ideología, sino con un programa común de todas las fuerzas progresistas". Y añadió: "Y no se hace, sobre todo, mirando al pasado, sino al futuro".
Si la hipótesis de Occhetto de abrir una fase constituyente, con las puertas abiertas de par en par a todas las fuerzas del progreso aún no comunistas que quieran participar a dar vida a una nueva fuerza política, tuvo 73 votos en contra, entre ellos la de los viejos líderes del partido -como Ingrao, Cossutta, Natta y Pagetta-, sin embargo, la propuesta de convocar un congreso extraordinario inmediatamente obtuvo casi el consenso general.
Las modalidades de dicho congreso, que abrirá el paso a la constituyente, lo determinará ahora otro comité central. Pero ha sido ya aprobado que dicho congreso deberá tener lugar en los primeros meses del año nuevo, antes de las elecciones generales del 6 de mayo próximo.
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