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El juzgado designa a un perito para determinar las emisiones radiactivas de una clínica de Barcelona

El titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Barcelona, Josep Maria Pijoan, ha designado a un perito para que determine si la clínica de medicina nuclear Cetir, de Barcelona, genera emisiones radiactivas superiores a los niveles permitidos. El juzgado ha abierto diligencias tras recibir una denuncia de la fiscalía contra el citado centro por un supuesto delito ecológico. Los portavoces de la clínica niegan que con la actividad del centro se genere contaminación que pueda perjudicar a los vecinos del inmueble, situado en la calle de Londres.

El juzgado ha descartado pronunciarse de una forma inmediata sobre la petición de clausura de la clínica, hecha por la fiscalía en la denuncia. Antes de tomar una decisión, el juez considera necesario contar con el pronuciamiento de un perito que determine si las emisiones radiactivas pueden ser peligrosas.Una comisión judicial se desplazó en la madrugada de ayer al aparcamiento situado bajo el edificio de la clínica para efectuar mediciones sin obtener un resultado definitivo. Junto a la comisión, se desplazaron al centro un técnico de la Generalitat y un representante del Comité Antinuclear de Cataluña.

Fuentes del juzgado precisaron que ambos técnicos realizaron mediciones en el interior del aparcamiento, por donde pasan las cañerías de desagüe de la clínica, pero que el resultado fue distinto porque utilizaron diferentes aparatos. Mientras el Comité Antinuclear de Cataluña sostiene que la actividad de la clínica genera emisiones altas de radiactividad, la Generalitat lo niega. La Administración ha aportado al juzgado la última medición realizada en la clínica y, según ésta, los valores registrados están dentro de los legales. Según la denuncia, las emisiones radiactivas se canalizan a través del material de desecho de la clínica que desembocan en los desagües que atraviesan el sótano.

La difusión de la noticia de la denuncia contra el centro "ha alarmado a los pacientes sin motivo", manifestó ayer un responsable de la clínica Cetir. Jordi Setoáin, facultativo del centro, declaró que las mediciones efectuadas por el comité antinuclear no son correctas y que "carecen de rigor" por haber utilizado unos aparatos inapropiados.

El 90% de la actividad de Cetir consiste en efectuar pruebas diagnósticas a petición de distintos hospitales de Cataluña. En las pruebas se utilizan marcadores radioactivos como el isótopo tecnecio-99 M, causante del problema. El tecnecio-99 M es, según Setoáin, un isótopo de baja energía que tiene un período de semidestrucción de seis horas, es decir, que su actividad radioactiva va disminuyendo hasta que, al cabo de 12 horas, deja de ser radioactivo. Una parte de este isótopo se elimina por la orina. Los pacientes que son sometidos a una prueba de diagnóstico con. este marcador pueden orinar en los lavabos de la clínica, que desembocan en una cañería del edificio bajo la que se han efectuado las mediciones.

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