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ARDE CENTROAMÉRICA

La guerrilla repele la contraofensiva del Ejercito

Antonio Caño

La intensidad de los combates en San Salvador menguó ayer sin que las 24 horas consecutivas de bombardeos y ametrallamientos de los barrios ocupados por la guerrilla hayan conseguido devolver el control al Ejército. Como consecuencia de la contraofensiva de las fuerzas armadas, la cifra de víctimas civiles se incrementa dramáticamente, entre ellas un periodista británico que ayer murió en medio de uno de los combates librados en esta ciudad. David Blundy, corresponsal del diarioThe Sunday Correspondent, cayó ayer abatido por una bala perdida cuando cubría la información en el barrio de Mejicanos, donde persiste el principal reducto guerrillero. El proyectil le cruzó el brazo derecho y fue a incrustarse en un pulmón.

Blundy, de 44 años, es la primera víctima entre el grupo de corresponsales que cada mañana, a las seis en punto, se reúnen en la puerta del hotel Camino Real para iniciar un atrevido recorrido por los frentes de combate. Más de uno había visto ya las balas cerca, pero el recuerdo de los tres compañeros muertos durante las elecciones de marzo pasado nos obligaba a todos a comentar cada día: ¿A quién le tocará?Blandy fue alcanzado estúpidamente, como siempre. Un vehículo en el qué viajaban un equipo de la televisión española y este enviado especial fue interceptado por un tiroteo poco después de la siete de la mañana cuando trataba de acercarse a una entrada de Mejicanos. Protegidos junto a la furgoneta vimos a un grupo de colegas que pedían auxilio y arrastraban un herido. Corrimos hacia él y vimos a David con el pecho ensangrentado y la cara golpeada. El mismo vehículo en el que nos movíamos nosotros fue utilizado para trasladar hasta el hospital de Rosales al reportero inglés,. que inmediatamente fue atendido por cuatro cirujanos.

Mientras, en el este del país, el fotógrafo francés Patrick Chavel resultó herido de bala en una pierna al saltarle una esquirla cuando se encontraba realizando un reportaje para la agencia Sygma en Soyapango.

En los pasillos del hospital Rosales eran atendidos en penosas condiciones otros muchos .heridos. Uno con una bala en una pierna, otro, en el estómago. Familiares sufriendo, niños llorando, hasta un perro solitario con el rabo entre las patas y gesto de desolación merodeaba por allí como en busca de su dueño.

Aumentan las víctimas

Aunque nadie ofrece cifras fiables, es obvio que el número de víctimas civiles ha aumentado considerablemente desde que el Ejército inició el miércoles una contraofensiva para desalojar a los guerrilleros de sus posiciones. Los vecinos que desalojan el barrio de Mejicanos comentan que la destrucción por los ataques de la aviación y los helicópteros es masiva.

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"El mercado está lleno de cadáveres", dice un hombre de treinta años que huye con el rostro empapado por el sudor y las lágrimas. "¿Cuántos?", pregunta el periodista. "Yo he visto seis", dice uno, "yo he visto ocho", añade otro. Esta conversación se lleva al lado de un cuerpo rígido y semiputrefacto que debe estar allí desde hace un par de días.

Las últimas cifras facilitadas por la Embajada de Estados Unidos, que sigue actuando, como portavoz gubernamental, eleva el número de muertos por parte del Ejército a casi 300 y por parte de la guerrilla a 500.

En Mejicanos, donde la guerrilla tiene instalado su cuartel general, el Ejército ha conseguido avanzar ligeramente, pero la mayor parte del barrio sigue en poder del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN). Todas las calles de acceso a uno de los mayores núcleos de población de San Salvador están interceptadas por barricadas de 50 metros. En éste, Cuzcatansingo y Zacamil, los guerrilleros han sido desalojados. En Zacamil la mayoría de las viviendas ha sido totalmente arrasada por los bombardeos del Ejército y entre las tejas y ladrillos rotos aparecen los cuerpos destrozados de más de una decena de personas.

El jefe del Estado Mayor, coronel René Emilio Ponce, afirmó que los bombardeos de los últimos días habían conseguido reducir al mínimo los focos guerrilleros y, sobre todo, habían destruido el polvorín del FMLN en Mejicanos, por lo que, según el Ejército, la resistencia guerrillera sólo puede ya durar unas horas.

El presidente Alfredo Cristiani no pudo ser tan optimista. Evidentemente desorientado y con poca información, Cristiani confensó que no sabía cuántos refuerzos más le. podían llegar a la guerrilla y que no era capaz de precisar cuándo el Ejército sería capaz de controlar la situación en la capital. Cristiani reconoció, finalmente, que se han producido bombardeos aéreos, aunque añadió que se había hecho un "uso selectivo" de ese recurso.

Guerra de posiciones

La guerra sigue pues en un estado de indefinición. La guerrilla ,dice estar consolidando posiciones para volver a la ofensiva, mientras que el Ejército no acaba de imponer su clara superioridad en cuanto a efectivos y medios. La Iglesia de El Salvador solicitó a ambas partes un alto el fuego temporal. La guerrilla se mostró dispuesta, pero Cristiani dijo que tendría que consultarlo. A su vez, la población civil clama por ayuda internacional. Ante los vehículos identificados como Prensa la gente se amontona para pedir auxilio: "!Traigan arroz!", "!Hagan algo!", "¿Sabe como puedo sacar a mi hermanita que está ahí dentro?", "¿El rey de España podría detener esto?", "!No pregunte más, yo no estoy con uno ni con el otro, lo que quiero es que se acabe!".

Estos son los que huyen. Los fantasmas errantes que vagan de un lado a otro buscando un consuelo imposible. Dentro de los barrios ocupados parecen haberse quedado voluntariamente algunas personas que colaboran con la guerrilla, aunque el Ejército asegura que todos los que siguen allí están secuestrados por el FMLN para utilizarlos como escudo. Lo cierto es que nadie. pudo imaginar lo que está ocurriendo: una semana después de la mayor ofensiva del FMLN en una década de guerra, la guerrilla sigue en San Salvador y el Gobierno de Cristiani entre la espada de los combatientes y la pared del desprestigio por el daño causado a los civiles.

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