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CONSUMO

La prohibición de hormonas para el engorde de reses genera un mercado negro de otros estimulantes

Sustancias adrenérgicas, derivadas de la adrenalina, cuyos efectos para el consumidor aún no se conocen con precisión, están siendo ensayadas para el engorde del ganado vacuno en sustitución de las hormonas prohibidas por las legislaciones comunitaria y española. El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) no ha autorizado ningún producto vasoconstrictor de este tipo, aunque, según personas vinculadas al sector, éstos se pueden adquirir con facilidad y sin etiquetado alguno en el mercado negro.

La Dirección General de Salud Alimentaria y Protección de los Consumidores tiene noticias que confirman el empleo de adrenalínicos de acciones favorecedoras para el engorde de reses, y por este motivo realiza muestreos específicos para detectar estos productos prohibidos, cuya repercusión para el organismo humano se desconoce todavía, según fuentes de este organismo del Ministerio de Sanidad y Consumo.Ismael Díaz Yubero, director general de Salud Alimentaria, ha afirmado: "ha y redes clandestinas que cada vez tienen más paralelismo con la distribución de drogas para el hombre. Desgraciadamente, el tema no es fácil de solucionar, y esto exige la colaboración de mucha gente".

Un equipo de técnicos de la sección de industrias agrarias y comercialización de los servicios de Agricultura y Ganadería de la Junta de Castilla y León en Segovia, que ha redactado el libro Diez años de la lonja de Segovia, editado por la Caja de Ahorros, advierte en la publicación que la prohibición de las hormonas legales hasta el 1 de enero de 1988 ha dado lugar a un mercado con nuevos productos como el clenbuterol, el cimaterol y el salbutamol. Se trata de derivados de la adrenalina con efectos positivos en el engorde de ganado al transformar los ácidos grasos en glucosa y aumentar la masa muscular, al mismo tiempo que retienen agua.

Estos técnicos aseguran que aún no se han realizado pruebas para descubrir sus consecuencias cancerígenas, y apuntan que si se manejan estos productos en estado puro o en mezclas de alto porcentaje se corre el riesgo de que se deriven paros cardiacos en los animales tratados, al ser un vasoconstrictor que comprime los vasos sanguíneos de entrada y salida del corazón y a su vez acelera el ritmo de éste.

Según personas vinculadas al sector, el más utilizado es el clenbuterol, que se puede adquirir en el mercado negro como tal principio activo y sin nombre comercial. Aunque se presenta en polvo y en líquido la solución más empleada para quienes deciden usarla es la de secada en polvo.

Dos meses antes

El tratamiento del animal con el adrenérgico comienza unos dos meses antes de llevarlo al matadero, y se suspende las dos semanas previas a su sacrificio, principalmente para que aparezca grasa entre los tejidos y la carne mejore su aspecto ante el consumidor. Al retirar la dosis se consigue también que desaparezcan los residuos, por lo que resulta muy difícil demostrar que una res ha sido tratada con adrenalinas. La dosis normal de clenbuterol es de 10 gramos puros por cabeza y día, y el precio del kilo oscila entre las 4.030 y las 4.500 pesetas.En abril de este año, el ex senador José María Herrero, de Democracia Cristiana, ahora apartado de la política, preguntó al Gobierno sobre la aparición en el mercado español de ofertas clandestinas de las hormonas prohibidas y sobre el inicio de la comercialización de productos vasoconstrictores, corno el salbutamol, que mejoran el engorde y el aspecto del ganado.

En su respuesta, el Gobierno afirmó, entre otros aspectos, que el salbutamol no está autorizado. En la Dirección General de Salud Alimentaria se piensa que cebar animales sólo a base de productos farmacológicos derivados del clenbuterol, no es rentable para el ganadero, por lo que tendrá que acudir a las redes clandestinas.

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