'Los hombres nunca rompen un plato'
El Instituto de la Mujer quiere que los varones "rompan con la desigualdad" en las tareas de la casa
El hombre de la década de los noventa que tiene entre 25 y 40 años es un "profesional activo y liberal. Un buen compañero que, además, nunca ha roto un plato. Nunca lo ha roto porque al llegar a casa está acostumbrado a no hacer nada", según la campaña que bajo el lema Rompe con la desigualdad inicia hoy el Instituto de la Mujer para sensibilizar a los varones españoles de que deben compartir con sus compañeras las responsabilidades domésticas.
"Esta campaña nace con el objetivo de combatir las actitudes que son un obstáculo para que las mujeres se incorporen a la sociedad y de informar de una situación real que se da en nuestro país: en el mundo de lo doméstico se están modificando las cosas muy poco y muy despacio. Seis de cada diez varones mayores de 18 años no hace absolutamente nada en casa", dice Carmen Martínez Ten, directora del Instituto de la Mujer. La necesidad de realizar un labor de sensibilización entre la población surgió como consecuencia lógica de los resultados de dos estudios realizados en 1988 sobre las actitudes y comportamientos domésticos de los hombres y sobre cómo reparten su tiempo los hombres y las mujeres.Este último estudio ha puesto de manifiesto que ocho de cada 20 hombres no dedican ninguna hora al trabajo doméstico, mientras que el 28,8 de las mujeres le dedican más de 10 horas diarias.
Otro dato revelador: las mujeres de categorías socioeconómicas altas -empresarias con asalariados, directoras de empresas, técnicas de alto nivel y profesionales liberales- son las que dedican menos horas al trabajo doméstico. Pero aún así, le dedican más horas que los varones de cualquier categoría.
Las tareas en las que los hombres participan menos se encuadran dentro de la categoría básica de fregar, según la encuesta realizada en 1988 para conocer las actitudes de los varones frente a los cambios sociales que se están produciendo con la incorporación de las mujeres al trabajo remunerado. El 87% de los encuestados confiesa que nunca plancha, el 77% jamás lava la ropa y un 66% reconoce que nunca friega el cuarto de baño.
Doble jornada
Con un coste de 150 millones y prevista en un principio para un mes, el primero de los anuncios se pasará esta noche en televisión. Éstos se dirigen fundamentalmente a las parejas de un nivel social medio y quiere potenciar la idea de que el reparto de responsabilidades dentro de la vida doméstica beneficia a todos los integrantes de la unidad familiar.Otra de las conclusiones de ese estudio señala que con frecuencia la menor dedicación por parte de algunas mujeres al trabajo doméstico no se debe a que reciban la ayuda de sus parejas. "Lo que ocurre es que quedan sin cubrir, o mal cubiertas. De ello, se deduce que la mal llamada liberación de la mujer se puede traducir en un empeoramiento de la calidad de vida. Las largas jornadas que supone simultanear trabajo remunerado y trabajo doméstico hace que el tiempo restante quede reducido a los límites de la supervivencia".
"Hemos querido destacar que la doble jornada -laboral y doméstica- a que se ve sometida la mujer no es justa ni solidaria", concluye Carmen Martínez Ten.
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