El Gobierno de Nicaragua y la 'contra' reanudarán sus negociaciones mañana en la sede de la OEA

Los líderes de la guerilla nicaragüense, la contra, consideran que desarmar a sus fuerzas antes de las elecciones legislativas previstas para el próximo mes de febrero sería "una locura". Esta postura, hecha pública el viernes a través de una carta enviada al vicepresidente norteamericano, Dan Quayle, precipitó el final de la primera ronda de negociaciones. Managua y los rebeldes, sin embargo, acordaron proseguir las conversaciones en la sede de la Organización de Estados Americanos (OEA), en Washington, mañana lunes.

Representantes del Gobierno y contra nicaragüenses se reunieron desde el jueves en la sede de las Naciones Unidas, en Nueva York. El eje central de las conversaciones era el final de la guerra y la reconciliación nacional. Los sandinistas habían ofrecido el jueves una propuesta de 15 puntos en la que básicamente aseguraban el alto el fuego y una amnistía política en tanto en cuanto la contra decidiera abandonar las armas.Los guerrilleros, por su parte, consideraban esta proposición "poco seria", según palabras del coronel Enrique Bermúndez, uno de los líderes de la guerrilla, quien consIderaba el desarme de sus hombres como "innegociable". Las conversaciones se suspendieron el pasado viernes por la noche sin que se llegara a ningún acuerdo.

Algunos observadores aseguran que las negociaciones se rompieron cuando la contra solicitó la creación de zonas de seguridad en el interior de Nicaragua para asentar sus fuerzas armadas hasta que se celebren las elecciones.

La carta enviada por la contra a Quayle en la que se consideraba "una locura" desarmar a la guerrilla, estaba firmada por los cuatro nuevos miembros de la Comisión Cívico-Militar de la Resistencia de Nicaragua, entre otros, por Israel Galeano, conocido como comandante Franklin.