Sospechas de sabotaje en el agua mineral adulterada con sustancias irritantes
La posibilidad de un sabotaje a la empresa Aguas de Insalus, SA, ha cobrado fuerza en las últimas horas tras la aparición de cuatro botellas de agua mineral adulterada. Numerosos comercios del País Vasco retiraron ayer de la venta las botellas de agua mineral de esa firma, secundando la actitud adoptada por los más importantes hipermercados.
Responsables de la empresa de agua embotellada Insalus anunciaron ayer su propósito de mantener la producción mientras no exista una órden judicial contraria, pero admitieron que la situación es ahora muy delicada. La cuerta botella adulterada de esta marca no parece contener lejía diluida en agua como la anteriores, sino un producto detergente, dato que refuerza la tesis del sabotaje. Ha sido detectada en Pasajes de San Juan por un niño de 10 años, hijo del propietario del bar Ongi Etorri.El chaval agitó una por una todas las botellas de agua mineral almacenadas en el establecimiento y descubrió que una de ellas, con envase de plástico de 33 cl que pertenía a una partida adquirida en febrero último, adoptada un color turbio al ser agitada, Una primera inspección muestra que la botella contiene sosa caústica y no huele a lejía.
El envase, en apariencia correctamente precintado, fué enviado ayer al mediodía al Gabinete de Policía Científica, en Madrid, para detectar una posible manipulación y descartar que la adulteración del agua mineral se realiza mediante agujas hipodérmicas. Las dos inspecciones realizadas por orden judicial en la planta embotelladora que Insalus dispone en Lizartza (Guipúzcoa) han dado resultados negativas. Dos de las botellas que contenían lejía fueron adquiridas en el hipermercado Pryca por una mujer que sospechó del agua mineral tras advertir que su bebé devolvía al primer sorbo el contenido de un biberón rebajado.
El juez que dirige la investigación, Santiago Pedraz, ha señalado, ateniéndose a las explicaciones de los técnicos, que el bebé no sufrió daño alguno porque devolvió, inmediatamente la poca cantidad injerida y gracias a que le leche contarresta los efectos del cloro.
Sin conflictos laborales
La primera botella provocó, sin embargo, graves quemaduras internas a un jóven en un bar de Pasajes, José Luis Larrañaga, que se recupera progresivamente de sus lesiones y que ha empezado a ingerir sin necesidad de sondas. El hecho de que las cuatro botellas hayan aparecido en municipios que corresponden a un mismo distribuidor puede resultar un dato relevante para la investigación.Tomás Falcón, el almacenista que surte a los distintos distribuidores ole la zona dice no encontrar explicación alguna a la aparición de las botellas. "El corazón me dió un vuelco cuando supe lo del chaval de Pasajes, pero no sé que es lo que puede haber sucedido. Sí, claro los pedidos han descendido rápidamente y es lógico por la sicosis que hay en la calle".José Ramón Marqueze, director gerente de Aguas de Insalus S.A. manifestó ayer que la empresa, con una plantilla de 35 trabajadores, no ha tenido conflictos laborales ni de otro tipo en los últimos años.Aguas de Insalus S.A. tiene capacidad para producir diariamente un total de 80.000 botellas dirigidas fundamentalmente al mercado del País Vasco, pero también a Madrid, Zaragoza, Burgos y Valencia. José Ramón Marqueze descarta totalmente la posibilidad de una negligencia de la empresa.
Ninguno de los productos utilizados en la planta de embotellado en Lizartza se corresponde con las lejías y otros producto encontrados en las botellas adulteradas. El director de Insalus subrayó que todas las inspecciones judiciales han dado resultado negativos y que la empresa continúa suministrado agua de calidad, perfectamente controlada.
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