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Krenz adelanta la purga de la gerontocracia en la RDA

JOSÉ M. MARTÍ FONT y AGENCIAS Egon Krenz adelantó anoche la prevista purga de la gerontocracia que ha gobernado la República Democrática Alemana (RDA) durante las últimas décadas, forzando la dimisión de cinco de los 18 miembros que forman el Buró Político de¡ Partido Socialista Unificado (SED, comunista). La maniobra es la primera de envergadura protagonizada por Krenz desde que cayera su predecesor, el inmovilista Erich Honecker.

El ideólogo Kurt Hager de 77 años; el secretario del Comité Central, Hermann Axen, de 73 años; el primer viceprimer ministro, Alfred Neumann, de 79 años; el encargado de disciplina en el partido, Erich Mueckenberger, de 79 años; y el más veterano de todos, el ministro del Interior, Erich Mielke, de 81 años, "pidieron al Comité Central que les relevara de sus funciones en el Politburó para dar entrada a sangre joven", según anunció personalemente Krenz anoche ante las cámaras de televisión.El nuevo dirigente de la RDA hizo un llamamiento patético a las decenas de miles de sus conciudadanos que están abandonando el país. "Os necesitamos", dijo simplemente. Prometió reformas económicas, jurídicas y constitucionales de largo alcance. "Un nuevo proyecto para el país", afirmó. [Mientras Krenz hablaba por radio y televisión, cerca de 30.000 personas se manifestaban pidiendo democracia en las ciudades sureñas de Karl-Marx-Stadt y Dessau, informa la agencia ADN].

La cascada de dimisiones iniciada a principios de semana había seguido implacablemente a lo largo de la jornada de ayer y todo indicaba que se preparaba una limpieza en las alturas, pese a que parecía lógico que Krenz hubiera decidido esperar a la reunión del Comité Central del próximo miércoles. Pero no fue así.

Bern Seidel, alcalde de Leipzig, la ciudad donde se han producido las mayores manifestaciones contra el régimen -más de 300.000 personas el lunes pasado-, fue el penúltimo en dimitir. El jueves, dos secretarios regionales del SED, Margot Honecker, ministra de Educación y esposa del anterior jefe del Estado, y los presidentes de dos de los partidos domesticados por el SED presentaron la suya. También el presidente de la Unión de Artistas, Herbert Bischoff, renunció a su puesto, junto con otros cargos menores del partido.

Esta purga, que empezó tímidamente al mismo tiempo que Krenz sustituía a Honecker en la secretaría del partido, con la pérdida de sus cargos en el Buró Político de Joachim Hermann y Günter Mittag, fue seguida por la dimisión, tras un voto de censura, de Harry Tisch, también miembro del Politburó y jefe de la poderosa confederación sindical, y parece ahora evidente que seguirá hasta que finalice la reunión de Comité Central, en la que se prevé una total renovación de la cúpula dirigente.

Las presiones para que Krenz tomara medidas radicales eran ya casi insoportables. La offenheit (apertura) de la Prensa alcanzó una de sus máximas cotas al publicar Die Morgen, el, periódico del activo partido liberal de Manfred Gerlach, la propuesta de que el Gobierno en pleno dimita y se celebren elecciones libres.

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Por si esto fuera poco, la incredulidad de los ciudadanos de la RDA hacia su nuevo dirigente ha quedado en evidencia tras la reapertura de la frontera con Checoslovaquia, que ha propiciado que la Embajada de Bonn en Praga se vea invadida de nuevo por refugiados. Unos 5.000 abarrotaban ayer los jardines del palacio de Lobkowitz, y el ritmo de llegadas superaba las 100 cada hora. Anoche se les concedió la posibilidad de entrar en la República Federal de Alemania enseñando unicamente su carnet de identidad.

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