El cierre de 'Pilote' evidencia la crisis de las revistas de historietas en Francia
Pilote ha celebrado su 30º aniversario de una forma insólita. Dargaud, la editorial que la publicaba desde 1961, ha anunciado que el número de noviembre es el último de la revista, cuyas ventas se hallaban por debajo de los 25.000 ejemplares mensuales, cuando a principios de los años setenta superaban los 200.000 semanales. Pilote ha sido una publicación clave para el comic europeo, en cuyas viñetas se dieron a conocer personajes como Astérix y Blueherry. La desaparición de Pilote ha coincidido en Francia con el cierre de Circus, mientras Tintin Reporter ha suspendido su publicación.
El fin de Pilote se ha producido en el momento más bajo de la revista, cuyas pobres ventas se correspondían con la escasa calidad de las historietas publicadas. Pilote nació como revista de comics de aventuras con personajes como Astérix, de Albert Uderzo y René Goscinny; Blueberry, de Jean Giraud -más tarde conocido como Moeblus- y Jean-Michel Charlier, y Buck Danny, concebida también por el guionista Charlier, recientemente fallecido.Durante las agitadas jornadas de mayo de 1968, los dibujantes de la revista se rebelaron contra la dirección, que entonces desempeñaba Goscinny, y llevaron la imaginación al poder. Fruto de este singular motín, Pilote sufrió un cambio trascendental. Los dibujantes y guionistas desarrollaron su creación con mayo libertad, y ello propició que la revista tuviera unos contenidos para un público más adulto. "Pilote fue una revista que creció con su generación de lectores", explicó a este diario Joan Navarro, coordinador del Salón del Comic de Barcelona.
La dibujante Annie Goetzinger, que entró en la revista a principios de los años setenta, recuerda las reuniones que mantenían los creadores y responsables de la publicación para discutir los contenidos de los números, entonces semanales. "Luego", dice, "nos íbamos al piso de Philippe Druíllet para enseñar nuestros dibujos e intercambiar opiniones sobre las historietas".
La lista de autores de aquella etapa reunió nombres como Claire Brétécher, Jacques Tardi, Marcel Gotlib, Pierre Christin y Philippe Druillet. Posteriormente, entraron Régis Franc y Gérard Lauzler, dos autores que retrataban con especial ironía la vida cotidiana.
El éxito de Pilote en los años setenta propició la aparición de otras revistas, como L'Echo des Savannes, creada en 1972 por algunos de los autores de Pilote para editarse ellos mismos; Circus, editada por Jacques Glenat d
esde 1974: Metal Hurlant, que fundaron Dionnet, Farkas, Moebius y Druillet en 1975, y (A Suivre), que vio la luz en 1978. Annie Goetzinger afirma que Pilote " era un paciente muy enfermo al que se debía dejar morir".
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