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EL ESTE CAMBIA

Juan Pablo II define su entrevista con Mazowiecki como "hecho histórico"

Juan Arias

RomaLa reunión de la mañana de ayer entre el Papa, Karol Wojtyla y su compatriota el primer ministro de Polonia, el católico Tadeusz Mazowiecki, fue calificado por el mismo Juan Pablo II como "un hecho histórico" y añadió que era histórico no sólo desde el punto de vista "patriótico", sino que formaba parte de su misión y de la "evolución histórica del mundo".

El encuentro a puerta cerrada duró media hora. Desde el golpe de Estado de 1981 en Polonia, Juan Pablo II se había encontrado ya con Mazowiecki en 19 ocasiones. Por eso cuando, según el protocolo, el maestro de ceremonias del Vaticano se disponía ayer a hacer la presentación al Papa del primer ministro polaco, Juan Pablo Il le interrumpió diciendo: "Sobran las presentaciones, nos conocemos muy bien". Y ambos, viejos amigos, se dieron un fuerte abrazo. De los cuatro ministros que acompañaban a Mazowiecki, sólo el comunista Marcin Swiecicki, responsable de la colaboración económica, se limitó a estrechar la mano del Pontífice. Los otros tres, católicos, cayeron de rodillas ante su Papa.Juan Pablo II no podía ocultar su buen humor, aunque hizo todo lo posible para no aparentar que se comportaba con el primer ministro polaco y su séquito de una manera distinta a como tiene por costumbre en los encuentros con otros dignatarios. Y así, cuando se trató de hacer la foto de rigor, el Papa, bromeando, dijo: "No nos dejan irnos sin hacemos una foto. Y no sé quiénes insisten más en ello, si los polacos o los otros".

Parquedad de regalos

También en los regalos fue muy parco Juan Pablo II. A Mazowiecki, que le había regalado una talla en madera de la Virgen con el Niño, el Papa le regaló sólo las tres medallas de su pontificado, mientras que a los del séquito les dio sólo una.

El papa Wojtyla tuvo un gesto particular con el último de los tres hijos del primer ministro, Mihal, de 22 años, estudiante de ingeniería mecánica, con quien se entretuvo calurosamente unos momentos. Durante la reunión con los siete miembros de la delegación oficial, al papa Wojtyla se le escapó: "Esperemos que no se vuelva atrás". Le respondió el ministro de Asuntos Exteriores, hombre de Solidaridad, diciendo: "Eso es ya imposible".

Mazowiecki se encontró también ayer con el secretario de Estado del Vaticano, cardenal Agostino Casaroli; almorzó después con el Papa, y por la tarde asistió a la consagración de cuatro obispos, dos de ellos polacos entre ellos el nuevo nuncio en Varsovia, Joseph Kowalczyk, y un lituano, Tadeusz Kondrusiewicz. Es el primer obispo que en 60 años, con el permiso de Moscú, va a ejercer en la Unión Soviética, en la diócesis de Minsk. Comentando este hecho en su discurso, Juan Pablo II dijo que ello es el fruto "del cambio en curso que está realizándose también a beneficio de todos los creyentes", en una clara alusión a la perestroika soviética.

Durante una conferencia de prensa ayer por la tarde, el primer ministro polaco, respondiendo a las preguntas de los periodistas, fue muy prudente: sobre Honecker dijo que se trataba de "cuestiones internas" de un país; sobre la hipotética reunificación de las dos Alemanias, que eso es un problema de "gran complejidad". Confirmó que había hablado con el Papa de las relaciones entre la perestroika y lo que está ocurriendo en Polonia -el Papa recibirá a Gorbachov el próximo 1 de diciembre-, y por lo que se refiere a Italia, dio las gracias por la enorme "comprensión" de todos pero insistió en que el problema urgente de Polonia es recibir alimentos y préstamos.

Ayer, Silvio Berlusconi firmó un acuerdo con el Gobiemo polaco por el que se adjudica la exclusiva de la publicidad mundial. para la televisión polaca.

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