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EL ESTE CAMBIA

La oposición de la RDA duda del reformismo de Krenz

JOSÉ M. MARTÍ FONT Decepción, acompañada de una cierta dosis de angustia, es la reacción que ha provocado en los ciudadanos de la República Democrática Alemana la elección de Egon Krenz como sustituto del anciano Erich Honecker para regir los destinos del país. Todos los medios no oficiales que han podido pronunciarse insisten en su incredulidad sobre la capacidad del nuevo líder para emprender las reformas que la sociedad pide ya a gritos y que él ha prometido tímidamente.

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Tanto en medios diplomáticos de Berlín Oriental como entre los grupos opositores se insiste en que Krenz dispone de muy poco tiempo para cambiar esta sensa ción, exactamente hasta el próxi mo lunes por la tarde, cuando se celebre de nuevo en Leipzig la oración por la paz, que el lunes pasado se convirtió en la mayor manifestación contra el régimen y en la que participaron 120.000 personas.El miércoles, pocas horas des pués de que el Comité Central del Partido Socialista Unificado (SED, comunista) eligiera a Krenz como su secretario general, cerca de 2.000 personas se manifestaron por las calles de la pequeña localidad báltica de Greifswald, de no más de 50.000 habitantes, coreando frases como "Queremos perestroika" y "Democracia, ahora o nunca". La manifestación, como viene siendo habitual últimamente, se inició en la iglesia de San Nicolás de este pueblo del Báltico, donde 700 personas leyeron un manifiesto del grupo opositor Nuevo Foro y siguió después por las calles hasta llegar al Ayuntamiento, donde una delegación de los manifestantes se entrevistó con las autoridades. La policía, como también viene siendo habitual desde el pasado 9 de octubre, no intervino.

Tal vez por este papel prepon derante que están jugando las iglesias -pese a que los nuevos grupos opositores, y en especial Nuevo Foro, se califican de no confesionales- Krenz inauguró su primer día de trabajo entrevis tándose con el obispo Werne Leich, la máxima autoridad de la Iglesia protestante en la RDA, y con el más insumiso de los obis pos, el conocido Manfred Stolpe. La agencia oficial ADN indicó que Krenz, acompañado por Werner Jarowinski, el responsable del Politburó para asuntos religiosos, recibió a los clérigos en la residencia del partido a las afueras de Berlín, pero no ofreció ninguna pista sobre el contenido de las conversaciones.

El secretario regional del partido en Dresden, el reformista Hans Modrow, calificado a me nudo como el hombre de Gorbachov, salió ayer de su silencio de los últimos días y declaró en una reunión del partido en esta ciudad que "la situación política en la RDA requiere un cambio en profundidad", según anunció la agencia oficial ADN. Modrow pidió que: todos los sectores de la sociedad se vean involucrados en el cambio, "especialmente la gente joven y los cristianos", y sugirió que se usaran las "experiencias habidas en la Unión Soviética". Modrow, que no pertenece al Politburó, es visto por muchos como el auténtico reformista que sucedería el período de transición encomendado a Krenz.

Restricción de viajes

Antes de dedicar su tiempo a la Iglesia, el nuevo líder de Berlín Oriental visitó una fábrica de maquinaria, donde tuvo que escuchar las airadas quejas de los trabajadores sobre el desabastecimiento de las tiendas y las restricciones para viajar, un lujo que, desde que se cerrara la frontera con Checoslovaquia, ha que dado tan sólo al alcance de aquellos que deciden escapar del país.

Fue allí donde Krenz se mostró más específico sobre este espinoso asunto, que, en una parte considerable, ha sido el detonante de la explosiva situación interior y del éxodo masivo de sus súbditos a la RFA. Según el periódico vespertino B. Z. am Abend, Krenz les dijo a los obreros que "no esperen milagros", pero admitió que el partido estaba preparando nuevas propuestas para poder viajar al extranjero, si bien estaban en relación directa "con problemas económicos y financieros", una manera de referirse a la escasez de divisas que sufre la economía de la RDA y que le impide modernizar su industria.

Lo paradójico es que la velocidad que ha adquirido la protesta social hace que cualquier intento del SED por actualizar su postura se quede corto. Portavoces del Nuevo Foro mostraron ayer su decepción por estos primeros pasos de Krenz, que, si a él le pueden parecer audaces, a la población le empiezan ya a sonar ridículos. Entre otras cosas, recordaron que fue precisamente Krenz el primero en felicitar a la cúpula china tras la matanza de la plaza de Tiannamen y también fue el hombre que amenazó con aplicar una solución china si la situación seguía deteriorándose en la RDA.

Ayer se anunció que la Cámara del Pueblo, el domesticado Parlamento de la RDA, se reunirá el martes para votar sobre la propuesta del Comité Central de elegir a Krenz para los cargos de jefe del Estado y presidente del Consejo Nacional de Defensa. El presidente de esta Cámara y miembro del Politburó, Horst Sindermann, declaró a una emisora de radio que los parlamentarios deben liberar su trabajo "de todo tipo de formalismos", añadiendo que la Cámara del Pueblo debe jugar un papel "más activo para resolver los problemas del país". El martes, sin embargo, cuando se reúnan los 500 diputados, pueden encontrarse encima de sus pupitres con la noticia de que centenares de miles de personas se han lanzado a la calle y no aceptan el programa de Krenz.

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