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El espectro de la locura

Andrés Fernández Rubio

De los actores españoles consultados que han interpretado a Harnlet, ninguno se sintió literalmente perturbado por el personaje. Nuria Espert vio en Londres el trabajo de Daniel Day Lewis (Mi hermosa lavandería, Una habitación con vistas, La insoportable levedad del ser), y supo que semanas después el joven actor sufrió una alteración de su personalidad, mientras interpretaba a Hamlet, que le obligó a abandonar las funciones.Lewis, según le comentó un responsable del montaje, se preparó durante meses para el papel, y, a medida que avanzaban las representaciones, sus compañeros notaron que comenzaba a trabajar sobre el personaje en el vértice de la locura. Uno de los días comenzó a repetir frases de la escena de Hamlet con el espectro una y otra vez, y hubo que parar la función.

José Luis Gómez explica que su manera de reflejarse en Harnlet no le ha acercado a la locura sino más bien al enríquecimiento personal, "porque detrás de la palabra antigua y extraordinaria de Shakespeare está Séneca, o Platón, y otros clásicos latinos y griegos, y eso da mucha vida y hace mucho bien", dice. "A mí me da fuerza abordar al personaje desde el ángulo de un hombre implicado en la aventura de vivir".

Otro tipo de locura, más castiza, sucedió en el montaje de Marsillach durante la representación del día de Nochevieja. En la escena en la que el espectro del padre de Hanilet se le aparece a éste, el actor que caracterizaba al fantasma se despidió del príncipe con un '¡Adiós, hijo mío!... y Feliz Año Nuevo', al que el público respondió con aplausos fervorosos.

Al terminar el acto, Marsíllach persiguió al espectro espada en mano, pero el rápido actor se atrincheró en su camerino hasta que vio los ánimos calmados.

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