Un informe internacional afirma que el parque de Doñana está mal conservado y gestionado

Un informe elaborado por expertos internacionales a instancias de Adena reitera la ausencia de una gestión eficaz y coordinada entre los distintos organismos responsables de la conservación del parque nacional de Doñana. El informe, hecho público ayer, denuncia deficiencias "críticas" en el control de recursos hidrológicos, que pueden producir en menos de 30 años la destrucción del actual sistema ecológico.

Según el presidente de la comisión de expertos, el británico Ted Hollis, es evidente la disminución de los recursos hídricos en Doñana, a causa del bombeo de aguas subterráneas destinadas al regadío y al consumo de la urbanización de Matalascañas. El informe sugiere que la urbanización prevista en el norte, con 32.000 residentes y un campo de golf, podría agravar estos problemas.Un riesgo añadido es el peligro de que la extracción desmedida origine a la larga la infiltración de agua salada en los pozos y, por extensión, en el parque nacional. Según Hollis no existe ningún estudio sobre los posibles cambios de la calidad de agua en los acuíferos. En este sentido, los expertos piden que se soliciten estudios sobre el impacto ambiental antes de conceder licencias de explotación acuífera. Para Hollis, hidrólogo de profesión, "Matalascañas sólo puede continuar si se busca una fuente alternativa de agua".

Los hidrólogos extranjeros proponen de nuevo, como ya lo hicieran sin resultados en 1970, la creación de una red registradora del nivel de aguas subterráneas. Esta propuesta originó cierto malestar entre las organizaciones ecologistas, en su empeño por proteger el parque natural de cualquier acción humana. Ahora son los científicos delegados por Adena los que lamentan "la atmósfera de desconfianza que existe entre los organismos gubernamentales y un cierto número de organizaciones con influencia en el futuro de Doñana".

El informe sobre las consecuencias de la extracción de aguas subterráneas en Doñana será remitido al presidente del patronato, el vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, para que este organismo lo asuma y actúe en consecuencia. La secretaria general de Adena, Cristina García Orgoyen, entiende que "hay voluntades individuales pero una ausencia total de voluntad política para salvar las dificultades".