Un pedazo de pastel selenita
La renovada voluntad de los EE UU, de conquistar el Cosmos se corresponde con la confianza que se tiene en el avance ilimitado de la tecnología. Esta nación se prepara para desplazar hacia el espacio parte de los recursos destinados hasta ahora a la defensa. Para Thomas Paine, ex administrador general de la NASA, "el progreso científico, unido a la inmensidad de la frontera espacial, puede eliminar los límites malthusianos a las aspiraciones humanas".El mismo Paine, que actualmente dirige en California una empresa interesada en el desarrollo de la industria espacial, dibujó una bella imagen para describir el eventual desvío de fondos destinados a la defensa hacia la conquista del Cosmos: "Fundiendo nuestras espadas terrestres en extraterrestres arados podemos convertir la carrera de hoy en pos de armamentos de alta tecnología en cooperación espacial del mañana".
Ahora que la guerra fría se ve ya como cosa del pasado y la Unión Soviética gira hacia postulados propios de la economía de mercado, el temor norteamericano a una colaboración en el espacio se va diluyendo. Un documento presentado en Torremolinos por Lori Garver y Ronald McCandless, de la Sociedad Nacional del Espacio, aborda la necesidad de crear una normativa para el momento en que "la exploración lunar se convierta en desarrollo lunar".
En su opinión, "se debe permitir la posesión de recursos y animar a la libre empresa", al mismo tiempo que se prevé que las naciones que hagan aportaciones económicas o técnicas "puedan obtener un pedazo del pastel de los recursos lunares".
Para Garver y McCandless, "si la democratización y las reformas económicas continúan en el mundo comunista, las diferencias en la negociación de un tratado lunar pueden disminuir y hacer posible un acuerdo satisfactorio para Estados Unidos".
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