Cinco editoriales europeas publicarán conjuntamente una colección sobre historia de Europa

"En el espejo de los otros cobra conciencia que el carácter específico de los europeos es menos un hecho que un producto cultural, es decir histórico". Esta idea del historiador Josep Fontana fue utilizada ayer en París por el profesor francés Jacques Le Goff como la mejor presentación de la colección titulada La construcción de Europa, un proyecto sin precedentes en el que participan cinco editoriales europeas, que publicarán simultáneamente 14 obras sobre la historia y la cultura del continente en inglés, francés, español, alemán e italiano.

Las cinco editoriales, que inauguran esta colaboración en el marco de la Europa unida, son la francesa Seuil, la británica Basil Blackwell, la española Crítica, la alemana C. H. Beck y la italiana Laterza. El proyecto, que, según Vito Laterza, pretende "tratar lo esencial de la cultura y la tradición europea con vistas a un cultura común", surgió en la primavera de 1988 y se concretó en la última Feria del Libro de Francfort, donde se decidió editar ensayos históricos con un enfoque interpretativo y problemático, escritos con un estilo sencillo y dirigido a un público europeo amplio y culto.Para Jacques Le Goff, director de la colección, "Europa es una realidad en potencia, un pensamiento inacabado fruto de una historia incompleta que hay que construir". Por eso la primera idea fue escribir una historia de Europa, pero se comprobó que "en el estado actual de la ciencia histórica y de la propia Europa, es imposible escribir una historia que no sea académica, llena de lagunas o que no requiera negociaciones diplomáticas entre los países". Esta dificultad llevó a la fórmula elegida, en la que intelectuales e historiadores abordarán temas como la cristiandad o la industrialización, pero también la naturaleza, o momentos de la historia europea, como la Ilustración, el romanticismo o el Renacimiento.

Catorce autores han recibido ya el encargo correspondiente y entre ellos figuran tres españoles: Fontana, que escribirá sobre el sugestivo tema Europa en el espejo; Jordi Nadal, que tratará sobre La industrialización europea, y Francisco Rico, que explicará El Renacimiento. La presencia española sólo es superada por Francia, que aporta cuatro autores -Robert Delort, El hombre y la naturaleza en Europa; Michel Mollat, Europa y el mar; Pierre Vilar, Las comunidades políticas europeas; y André Chastel-, y está al mismo nivel que el Reino Unido -Maurice Cranston, El romanticismo; Peter Brown, Cristiandades separadas, y Charles Tilly, Las revoluciones europeas- Italia participa con Umberto Eco -Europa y la lengua perfecta- y Leonardo Benevolo -La ciudad europea-, y completan la biblioteca el alemán Werner Rosener, que afrontará un tema inédito hasta ahora, La Europa de los campesinos, y el suizo de cultura alemana Ulrich Im Hof, con La Europa de la Ilustración.

Una Europa plural

La selección muestra la voluntad de Jacques Le Goff de ir, "a través de varios enfoques, al encuentro de una Europa plural, contradictoria y a menudo conflictiva, un pluralismo conflictivo que debe evolucionar a un pluralismo armonioso". Los libros comenzarán a aparecer en 1992, a una media de cinco o seis por año, y cada editorial tendrá libertad para fijar el precio, el formato y la tirada, que en España será de al menos 5.000 ejemplares. El único elemento común será un logotipo, para el que Gonzalo Pontón, representante de Crítica, ha propuesto un diseño de Enric Satué que representa a un cajista del siglo XVI o XVII y que asocia la "idea de la construcción del libro a la de la construcción de Europa".Pontón explicó que la participación de Crítica se debe a tres motivos: el carácter científico e internacionalista de la colección; la posibilidad de que los europeístas españoles aporten sus conocimientos, después de años de recibir los de los hispanistas europeos, y la oportunidad que ofrece el proyecto de dar a conocer Europa en América Latina.

La idea, en la que, según Le Goff, "no ha habido ni la más pequeña manifestación de pruritos nacionalistas", tiene vocación de apertura a otros países, sobre todo del Este de Europa, porque, en palabras de Pontón, "es muy interesante conocer lo que piensan en estos momentos los polacos o los lituanos, por ejemplo".

Gonzalo Pontón expresó su deseo de que la presentación de los primeros volúmenes -"a mí me gustaría salir con cinco o seis", dijo- se celebre en una institución paneuropea -el Parlamento Europeo, por ejemplo-, como corresponde a una colección que "está escrita por europeos y para europeos, y no para franceses, italianos o españoles". El director de Crítica considera difícil adjudicar a alguien concreto la paternidad de la idea, fruto de la colaboración habitual entre estas cinco editoriales, aunque no oculta que está influida por el movimiento creado en tomo al mercado único de 1992.