20 pueblos subdesarrollados de León reciben vía satélite las televisiones europeas
Una veintena de pequeños pueblos de la provincia de León, la mayoría de ellos con menos de 100 habitantes y situados en zonas subdesarrolladas y de difícil orografía, gozarán a partir de ahora del privilegio de ver los canales de las televisiones europeas vía satélite a través de una red pirata de antenas parabólicas instaladas gratuitamente por la diputación. Son los últimos españoles en incorporarse a la era de la imagen directamente desde formas de vida del siglo XIX y sin pasar por el blanco y negro.
Casi todos estos pueblos han carecido de agua corriente, luz, teléfono, carreteras y, por supuesto, televisión, hasta hace pocos años, y su población está integrada mayoriamente por pensionistas de avanzada edad, que se resisten a abandonar sus viejas viviendas y pallozas medievales.La diputación está gastando en su red de parabólicas algo más de 25 millones de pesetas, según el vicepresidente Matías Llorente Liébana, que dice sentirse orgulloso de ser el "padre del proyecto".
Lorente, un líder sindical de la Unión de Campesinos Leoneses (UCL), que gobierna en la Diputación en coalición con el PSOE, añade no estar preocupado por la ilegalidad de las nuevas instalaciones y que sólo se trata de prestar un servicio digno del siglo XX a poblaciones históricamente marginadas, que siguen viviendo en condiciones tercermundistas.
Los Ancares
Las parabólicas están siendo instaladas en pequeñas aldeas montañosas del norte de la provincia, y sobre todo, en Los Ancares y Bierzo Oeste, en la raya con las provincias gallegas de Orense y Lugo.La actual red de repetidores de RTVE no puede llegar a estos pueblos por dificultades de orografía, de modo que las zonas de sombra sólo pueden ser eliminadas directamente desde lo alto, vía satélite.
"Somos consciente", añade Lorente, "de que no tenemos permisos para hacer lo que estamos haciendo, pero se trata de resolver necesidades urgentes en estos pueblos. Es muy triste tener que estar incomunicados cuatro meses o más cada año por causa de la nieve y no poder mirar más que el fuego de la cocina. Y tampoco vamos a crear problemas de interferencias a nadie".
Los dirigentes de la diputación leonesa creen que han hecho un gran servicio por poco dinero a los 20 pueblos beneficiados por la red de parabólicas.
Una antena de estas caraterítiscas cuesta aproximadamente 1,2 millones de pesetas, de los que un 80% corre a cargo de subvenciones oficiales y el resto se financia con aportaciones de los ayuntamientos y, por extensión, del propio vecinadario.
Siete antenas fueron ya instaladas en 1988 y ahora se va a abordar una segunda fase para 13 localidades más.
Algunas, como Peñalba de Santiago, sólo cuentan con 28 habitantes, para los que la parabólica supone una inversión pública de 40.000 pesetas por persona.
Otras, como Aira da Pedra y Campo del Agua tienen 108 vecinos, que turnan estacionalmente sus residencias en uno y otro lugar, según sea invierno o verano. Aquí las antenas destacan sobre un paisaje de pallozas y casas con techo de paja.
Según Matías Llorente, los vecinos de estas población no cejan de llamarle para "agradecer, emocionados, lo que hemos hecho por ellos. Dicen que no se lo pueden creer todavía".
No es para menos, si se tiene en cuenta que los paisanos de la zona pueden contemplar cómodamente instaladados en sus cocinas de humo los programas televisivos de la RAI italiaria, Francia, Inglaterra, Portugal y varios países centroeuropeos, así como el canal 1 de Televisión Española.
El único problema en esta babel de lenguas está en que la mayoría de los habitantes de estas comarcas tienen el gallego corno lengua materna y la televisión autonómica de esta región no emite por satélite. Tendrán, sin embargo, los usuarios de este nuevo servicio una ventaja: que verán prácticamente desde el principio los tres canales de televisión privada, ya que las señales de los mismos se transportarán vía satélite.
Anticipación
Los canales privados recientemente concedidos no podrán alcanzar una cobertura del 80% del territorio nacional hasta 1995.Si los pueblos leoneses que ahora ya disponen de antenas parabólicas enfocan dicha antena al satélite -en el primer momento uno del consorcio europeo Eutelsat- por el que se transportarán los programas de las privadas, entonces habrán logrado anticiparse a un buen número de españoles, puesto que las emisiones comenzarán en Madrid y Barcelona.
Un anciano de la localidad de Castañoso, situada a tiro de piedra de la llamada Peña Cabriteira, donde se sitúa oficialmente la frontera entre León y Galicia, explicaba recientemente así en la prensa local su gratitud al presidente socialista de la Diputación, Alberto Pérez Ruiz, que había acudido a inaugurar la correspondiente antena parabólica y equipo receptor: "Nunca vimos aquí absolutamente nada. Ahora tenemos unos aparatos en los que vemos muy claro y muchas cosas que es muito necesario verlas. Esto nos va a cambiar la vida, pero buena falta hace que cambie, porque aquí estábamos muy atrasados y aburridos".
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