Ana Belén regresa al teatro con el espectáculo 'Rosa de amor y fuego'
El teatro Español concentró anoche a todos los artistas e intelectuales que no fueron a ver a Julio Iglesias ni se quedaron en casa. En el mismo escenario en el que Ana Belén debutó como actriz hace 23 años, la cantante presentó anoche su recital Rosa de amor y fuego, bajo la dirección de Miguel Narros y con espacio escénico de Gerardo Vera. Por primera vez, Ana Belén funde hasta el límite sus dos vertientes, la de actriz y la de cantante, en un espectáculo que podría marcar el inicio de la vuelta a casa de la diva y musa del desarraigado contemporáneo.
En el patio de butacas los espectadores no buscaban a la cantante de moda y no la encontraron. Allí estaba, menuda, pelo tranzado hasta la cintura, estudiadamente desmaquillada, un animal escénico.Porque Ana Belén es sobre todo un animal de teatro. El que la música o el cine la reivindiquen para ellos no quiere decir que la sociedad teatral no haya dejado de pensar que en esas actividades las actriz no hace más que ser el bello ejemplar de zoológico.
Pero vuelve a casa de la mano de su maestro, el director teatral Miguel Narros quien la modeló lenta y cuidadosamente y del que Ana Belén sin traición y sin desgarro se ha alejado en sucesivas ocasiones para recorrer otros caminos que siempre son de ida y vuelta.
Bañadorcito de malla, leotardos pegados, toda de negro, toda entallada, con un cuerpo de niña y un DNI que desvela sus 38 años, aderezos a estos adornos de quita y pon, y en el patio de butacas todos embelesados, políticos -entre ellos José Luis Corcuera, ministro del Interior-, escritores y artistas.
Y todo esto moviéndose en un espacio escénico con el que Gerardo Vera vuelve a sorprender, y más aún cuando éste escenógrafo está realizando en estos momentos, además del estreno de anoche, los decorados para la Carmen en el Covent Garden de Londres, para el Quijote de Gutiérrez Aragón el televisión, para el Hamlet shakespeariano de José Carlos Plaza en el Centro Dramático Nacional y para el montaje con José Luis Gómez El amor de don Perlinplín con Belisa en su jardín de García Lorca.
Sobre el escenario Ana Belén le llegó a dar carisma hasta esa inseguridad suya que la reconvierte en arma de poder. En el descanso y al finalizar el tour de force, la mirada de complicídad de su marido, Víctor Manuel. Y la gente pedía más. Y después de recorrer algunas de las mejores canciones de los últimos 25 años, Ana les daba más. El espectáculo que Ana Belén ofreció anoche sacó a la cantante y a la actriz juntas, y por primera vez la musa española de los años setenta y de los ochenta salió de la jaula para mostrar un animal que también cantando es libre.
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