_
_
_
_

La Biblioteca ya no es lo que era

Las obras de ampliación e información llegan a su ecuador

El acceso al despacho del director de la Biblioteca Nacional, una estancia de unos 100 metros cuadrados en el corazón de Madrid, queda obstaculizado hoy por ladrillos y botes de pintura que le prestan al venerable edificio un aspecto de obra en marcha y un olor a nuevo que sorprende. Desde hace más de un año retumban martillos y taladros, y eso da idea de provisionalidad: la Biblioteca está en la mitad de los cambios que la han de meter en la era electrónica. Aunque no lo suficiente: en el centro trabajan 600 personas, según su director, Juan Pablo Fusi, se necesitaría casi el doble.

Del 1 al 10 de octubre la biblioteca cierra para realizar su segundo inventario. Las obras que están transformando el edificio de Recoletos 20, uno de los mejor emplazados de todo Madrid, fueron aprobadas con Javier Solana de ministro de Cultura, pero podrían haberlo sido con Jorge Semprún, que, ha dicho que daría prioridad a las bibliotecas públicas.Según Fusi, el respaldo que obtiene la Biblioteca Nacional por parte de la dirección general del Libro es firme y constante, lo que no quiere decir que sea suficiente. Se observa, según dice, cierto abandono de la política cultural concebida como escaparate y espectáculo en beneficio de un mayor apoyo a la infraestructura cultural, de la que las bibliotecas son el paradigma.

Sin embargo, "sigo creyendoque el presupuesto de Cultura sigue siendo bajo", dice Fusi, historiador de profesión. "Si un gobierno cree que la cultura es un componente esencial de la vida de un país, sólo tiene una manera de demostrarlo: en los presupuestos generales del Estado. Y en España siguen siendo bajos. La labor pendiente es enorme".

Las reformas emprendidas en la primera biblioteca de España (y con las de Francia e Inglaterra, y la del Congreso, de Estados Unidos una de las 10 más importantes del mundo), tienen por objeto resolver problemas de interna, crear medidas de seguridad definitivas en los depositos, y aumentar la capacidad de edificio mediante el desalojo del edifició de algunos organismos, como el Centro de lectura o el Registro de la propiedad intelectual. El presupuesto, que incluye la informatización de los archivos, es de 5.000 millones a m a de todas fue terminar con la condición de, biblioteca municipal o salón de estudio universitario en que,habían derivado varias salas de la principal biblioteca del país, y asignarle el destino que tienen sus iguales en otros países: una biblioteca de conservación e investigación.

Cambiar el corazón

El de la Nacional es un edificio magnífico pero poco práctico: para pasar de una a otra de las dos alas principales, había que salir del edificio o cambiar de piso. La creación de pasillos y ascensores entre los dos edificios modificarán el corazón del edificio, y entre otras cosas desplazarán a los directivos hacia otros lugares. Se recuperará además espacio en cuatro plantas para unos 200.000 libros, lo que no es mucho si se tiene en cuentaque sólo la producción española anual es de unos 40.000 títulos, pero "algo es algo", dice Fusi.En cualquier caso, el agobiante problema del espacio ha obtenido solución, al menos para tres o cuatro décadas, con la construcción del llamado Segundo Depósito, construído con un sistema de módulos en Alcalá de Henares, donde de momento se pueden colocar 2,4 millones de libros si bien hay espacio para llegar a los 12 millones o más. De todas formas, los sistemas de almacenamiento de letra impresa evolucionan a toda velocidad: ahora los libros pueden conservarse en microfilmes, grabaciones y lo que llegará, de modo que las previsiones cambian. Las bibliotecas norteamericanas tienden a microfilmar y destruir el papel, para ahorrar espacio. "Los europeos de momento seguimos con el papel", dice Fusi.

Paso importante ha sido la informatización de los archivos. Después de un frustrante intento de conectar con los ordenadores delministerio de Cultura, un sistema hipotecado a unas débiles y escasas líneas telefónicas, se decidió dotar a la institución de una red propia. Pero las cosas de Palacio van despacio, y las del BOE, más. En estos días se convocará un concurso para cubrir la decena de plazas de técnicos informáticos de la Biblioteca, y más o menos en una década los títulos de los libros de la Biblioteca, absolutamente todos los libros, podrán aparecer en la pantalla del ordenador. Entonces habrá terminado la transición.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_