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Todos a clase

Ayer comenzó, el desfile de seis millones, de niños hacia las aulas, sin los nuevos escolares de tres años

CRUZ BLANCO Unos, con las lágrimas en los ojos; otros, con el grito de alegría motivado por el reencuentro con el amigo y compañero de fatigas, los escolares de la mayor parte de las provincias españolas desfilaron ayer hacia las aulas de preescolar y EGB. En Madrid, no estaban presentes los nuevos escolarizados, los niños de tres años, que, debido a su escasa edad, acudirán los últimos a la cita. Viernes 15 de septiembre. Despegó el curso, aunque no en vertical, ya que no todas las clases acogieron al completo a sus habitantes. Por motivos de organización, el regreso al colegio será escalonado.

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La provincia de Madrid se encuentra dentro del territorio escolar dependiente del Ministerio de Educación y Ciencia, que representa alrededor del 45% del total del Estado y donde la fecha exacta del comienzo del curso es determinada por cada dirección provincial de común acuerdo con las asociaciones de padres y, los sindicatos de profesores. Las variaciones dependen de complicados equilibrios para tratar de compatibilizar las festividades locales con el número teórico de días lectivos del año, que se establece alrededor de los 220. Por esta razón, en algunas provincias las clases comenzaron con anterioridad al viernes y en otras, el regreso a las aulas se producirá el próximo lunes.En el transcurso de la próxima semana la disciplina absoluta habrá llegado a la totalidad de los pupitres de esos casi seis millones de niños. que, en toda España, están escolarizados. Y vigilados por 300.000 profesores.

Serán precisamente los protagonistas de la gran novedad dé este curso los que acudirán en último lugar al cole. Son los enanos de tres años, escolarizados porque el descenso dé la tasa de natalidad ha dejado aulas vacías en el nivel de preescolar destinado a los cuatro años de edad.

Son los que, como Javier, acompañaron ayer a su hermana mayor de la mano de su madre y la despidieron sin saber muy bien cuándo volverán a verla. Los que se diferencian sustancialmente de los mayores de cuatro años aunque sólo les separen de ellos 12 meses. "Tienen más fantasía, aunque juegan con los otros niños, no comparten y necesitan un adulto de referencia, mientras los de cuatro salen ya al recreo con cualquier, profesor", afirma, María Teresa Chaparro, directora del centro de preescolar Gabriel Celaya, de Leganés (Madrid),donde comenzó hace tres años la experiencia con niños de esta edad. Son también los mocosos a los que se les caen las velas "y no tanto los que se hacen pis encima, aunque sea de lo que más nos previenen las madres", añade una profesora que se pasé el, curso anterior limpiando narices.

Clases-juego

En este colegio comenzarán las clases-juego el próximo lunes: "el primer día mps reunimos con los padres y a hacemos una aproximación con las madres que se sienten angustiadas al dejar a los niños tan pequeños en manos de otro". En los primeros días del curso las madres pueden quedarse un rato con sus hijos; después... se produce por vía paulatina la separación completa.

Claro que no todos los niños aprendieronen su experiencia de preescolar a separarse del ser protector. O, por lo menos, no todos recuerdan la lección. Las emociones han bloqueado la memoria de Ángel Calvo, de seis años, con un pie ya en primero de EGB. El niño Ángel llora con auténtica pena y esconde su cara entre las faldas de una de que mira a su, alrededor con aire avergonzado, expresivo del deseo de tener un hijo más valiente. "Dice que le da miedo venir al colegio porque no sabe lee?, explica finalmente la madre.

Ángel Calvo se encuentra con cientos de sus compañeros a la entrada del madrileño colegio público Juan, Ramón Jiménez. Todos, y muchos de ellos adornados con los vivos colores de unas mochilas recién compradas, esperan que una autoridad docente les dé la vía libre hacía las aulas. Entretanto, se puede apreciar cómo de los ojos de las madres brota una especie de rayo, luminoso, muestra de alivio. "Si después de tres meses de tenerlos encima no estuviera una contenta...", señala una progenitora antes de que corte sus palabras otra más moderada: "Los críos estaban ya un poco aburridos, querían volver al colegio". Sin embargo, Ana Belén, Sergio ... : "Prefiero quedarme en casa jugando", dicen. Y la niña, en las puertas. del primero de EGB, teme encontrarse con una señorita "antipática:".. "No, no es eso", interrumpe la madre, "es que hoy está un poco despistada".

Al término del tono convincente de esta frase, la potente voz de un profesor barbudo da la señal de entrada. Son las diez de la mañana. En la hora hache, y como pequeños afluentes de un río, las filas de niños van penetrando en las aulas.

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