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El primer ministro turco negociará en Madrid compras de armas por más de 100.000 millones

El primer ministro turco, Turgut Ozal, negociará hoy y mañana en Madrid la compra de material militar de fabricación española por valor de más de 100.000 millones de pesetas. Los contratos que están sobre la mesa incluyen aviones, patrulleras, cañones y obuses, entre otros artículos. Ozal, a quien acompaña el presidente de la Administración para el Desarrollo y Apoyo de la Industria de Defensa de Turquía, Vahit Erdem, tiene previsto visitar mañana en Getafe (Madrid) la factoría de Construcciones Aeronáuticas (CASA), que compite con una firma italiana para vender a Ankara más de medio centenar de aviones.

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La decisión de Turgut Ozal de incluir una visita a la factoría de CASA en el programa de su primer viaje oficial a España es considerada como "un síntoma muy positivo", por parte de las autoridades españolas, que han pugnado durante semanas por su realización. No obstante, los responsables de la empresa pública prefieren guardar una prudente cautela, ya que, como ha manifestado el propio primer ministro turco a EL PAÍS, la adjudicación definitiva del contrato se producirá en los próximos dos o tres meses.CASA, que ha ofertado su CN-235, compite con el G-222 de Aliatalia por la venta de más de medio centenar de aviones ligeros, por un valor de 55.000 millones de pesetas, según estimaciones españolas, y de 85.000 millones de pesetas, según fuentes turcas. Ambas firmas han cerrado hace meses sus ofertas y, aunque el avión español tiene la ventaja de que ser más nuevo y adaptarse perfectamente a los requisitos exigidos por Ankara, debe hacer frente a la ofensiva diplomática desplegada por Italia.

En la decisión, que será tomada por un comité formado por el propio 02al, su ministro de Defensa, Safa Giray, y el jefe del Estado Mayor, general Necip Torumtay, pesarán también las contrapartidas ofrecidas por cada uno los licitadores, que, en todo caso, deberán buscar un socio turco para cofabricar los aparatos, a partir de finales de 1990.

Patrulleras de Bazán

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Un grave obstáculo con el que tropieza la oferta de CASA es la falta de "tradición de cooperación con España" por parte del Ejército turco, que ha buscado tradicionalmente su aprovisionamiento en Estados Unidos. Responsables de la industria española de Defensa culpan a las facilidades financieras otorgadas por Washington a sus aliados, entre los que se encuentra Turquía, para la compra de material militar de la falta de competititividad que han demostrado hasta ahora las empresas de nuestro país en el mercado turco.

Esta situación cambiará de forma radical si se firman todos los contratos que se están negociando actualmente. La venta de los 50 aviones de CASA, que supondrían la consolidación internacional del modelo CN-235 (sustituto del viejo Aviocar), es el más iniportante de todos, pero no el único. El volumen del cojunto de las operaciones, superior a los 100.000 millones de pesetas, según algunas estimaciones del sector, y la diversidad de los campos a los que afectan pueden convertir a Turquía en uno de los principales clientes de la industria militar española, en un momento en que ha visto drásticamente reducida su capacidad exportadora.

La Empresa Nacional Bazán, perteneciente al Instituto Nacional de Industria (INI), al igual que CASA, presentó en Ankara, en noviembre pasado, el proyecto de creación de un servicio de guardacostas, que incluiría entre 10 y 14 patrulleros, un par de remolcadores y varias lanchas rápidas de fibra de vidrio. La oferta, que se presentó ante el Ministerio del Interior turco está siendo estudiada actualmente por el departamento de Defensa de dicho país.

Los directivos de Bazán esperan recibir una positiva respuesta de sus homólogos turcos, a la vista de la favorable acogida que tuvo el proyecto en Ankara, y ponerlo en práctica una vez que se resuelvan los actuales problemas de financiación. El volumen total de la operación sólo se conocerá cuando el Gobierno turco defina las dimensiones de este servicio de guardacostas. El precio de cada patrullera sin equipar oscila entre 10 y 20 millones de dólares, aunque en este caso se utilizará la fórmula de la cofabricación. Fuentes diplomáticas admiten que este contrato podría disgustar a Grecia, que mantiene un contencioso con Turquía en torno a sus aguas jurisdiccionnales, pero restan importancia a esta eventualidad.

Por su parte, la Empresa Nacional Santa Bárbara, igualmente del INI, y Sitecsa, filial de Unión Española de Explosivos (UEE), pujan, junto a otras firmas extranjeras, por dotar al Ejército turco con su cañón de 155 milímetros. Según fuentes de Defensa, este contrato está menos avanzado que los anteriores y no es posible evaluar su monto económico, aunque el Gobierno turco está interesado en adquirir más de 400 unidades de este cañón de tiro parabólico, homologado por la OTAN, al que se denomina obús.

Torres armadas, diferentes tipos de munición, blindados ligeros, radares de exploración de defensa aérea y equipos de transmisiones HF son otros productos que el Gobierno turco desea adquirir y en los que podrían participar empresas españolas del área de la Defensa.

Los responsables del sector esperan que las entrevistas con la delegación turca en Madrid, en las que participarán el ministro de Industria, Claudio Aranzadi, y el presidente del INI, Jordi Mercader, hagan fructificar a medio plazo al menos algunos de estos proyectos. Se trataría de culminar las negociaciones que impulsaron, durante sus recientes visitas a Turquía, el ministro de Defensa, Narcís Serra, y el secretario de Estado de su departamento, Rafael de la Cruz.

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