España pide paciencia para entrar en la CE

El presidente del Gobierno español, Felipe González, pedirá al primer ministro turco, Turgut Ozal, que tenga un poco más de paciencia en su propósito de ingresar en la Comunidad Europea (CE). España "ve con simpatía y comprensión" la petición de ingreso formulada por Ankara, según fuentes diplomáticas de nuestro país, pero considera que cualquier ampliación de la CE podría resultar contraproducente antes de que se vean los efectos del Acta única, cuya entrada en vigor está prevista para el 1 de enero de 1993.La Comisión Europea debe presentar antes de fin de año su informe sobre la demanda de adhesión de Turquía, presentada en abril de 1987, y ni siquiera el Gobierno de Turgut Ozal espera un sí sin matices.

Aunque Ankara puede esgrimir en su favor su pertenencia a la OTAN, lo que no puede hacer Austria, otro candidato al ingreso, que tiene estatuto de neutralidad, la difícil situación de la economía turca y su fuerte crecimiento demográfico provocan el recelo de la mayor parte de los socios comunitarios.

Si Turquía, cuya renta per capita es la mitad de la de Portugal, el país más pobre de la CE, ingresa en los doce, sustituiría a España como principal beneficiario de los fondos estructurales. Con los actuales criterios de distribución de los fondos, entre el 65% y el 70% de su presupuesto irían a parar a Turquía, lo que causa la reticencia de España y los demás países mediterráneos.

La situación de Oriente Próximo y de la Europa del Este, así como el problema surgido con la minoría turca en Bulgaria, a la que el Gobierno comunista de Sofía quiere bulgarizar a la fuerza, serán otros asuntos presentes en las conversaciones entre Felipe González y Turgut Ozal. Ankara aprecia la posición adoptada por Madrid ante este conflicto.

Por contra, González interpelará al primer ministro turco sobre la situación de Chipre, en una parte de cuyo territorio mantiene Ankara por las armas desde 1974 un Gobierno que no reconoce la comunidad internacional. También le preguntará por el futuro desarrollo del diálogo con las autoridades griegas, iniciado en Davos y practicamente interrumpido en la actualidad, debido a la provisionalidad de la situación política en ambos países.