Carlos Solchaga no cree necesario un fuerte ajuste de la economía tras las elecciones generales

Un ministro de Economía satisfecho con los últimos resultados de la coyuntura económica compareció ayer ante los medios de comunicación en lo que, sin duda, servirá para abrir boca en la campaña electoral. Los resultados de las medidas económicas adoptadas se han empezado a ver y, de seguir así, no será necesario emprender un ajuste "dramático" después de las elecciones, posibilidad que calificó de "especulación arriesgada". Carlos Solchaga reconoció que ésta es una sociedad todavía injusta y con un camino a recorrer hasta alcanzar un nivel de bienestar europeo, pero rechazó que exista una "deuda social" por parte del Gobierno. Añadió que hay que mantener la actual política económica y que él se encuentra con fuerzas para permanecer al pie del cañón.

La batalla que el equipo económico del Gobierno lleva para evitar grandes alegrías en la economía española se ha saldado en el mes de agosto con una victoria relativa. Los precios subieron sólo un 0,2%, el déficit público disminuyó en 119.200 millones respecto a julio y la liquidez de sistema o dinero en circulación se ha desacelerado. El déficit comercial, por el contrario, ha crecido en agosto un 30,22% sobre el mismo mes del año anterior y un 51,66% el acumulado.En esta foto fija de la economía española se observan los primeros resultades de las medidas monetarias y fiscales adoptadas a lo largo del año, según Solchaga. Sin embargo, para que el efecto sea pleno en los dos desequilibrios básicos -inflación y déficit exterior- habrá que esperar unos meses más.

Tipos estables

A la vista de estos resultados, Solchaga lanzó un mensaje tranquilizador: "Es una especulación arriesgada pensar que si esto sigue como hasta ahora vaya a ser necesario un ajuste adicional". Ajuste que calificó de "dramático", en otro momento de su intervención. Si hubiera que tomar nuevas medidas consistirían en una combinación de la política monetaria y la fiscal que no tienen por qué ser restrictivas.

Respecto a la primera, el ministro dijo que no esperaba grandes variaciones en los tipos de interés que en todo caso, irían a la baja. Sobre la política fiscal, dijo que hasta los próximos Presupuestos no se decidirá si se variarán las tablas de retenciones de renta y las tarifas. Sí anunció que están en estudio incentivos fiscales para el ahorro popular y medidas también fiscales para fomentar la participación en bolsa de nuevas empresas.

Como conclusión, Solchaga dijo que "estamos en una situación sana de crecimiento económico y de creación de empleo pero con problemas de desequilibrios que se han aligerado pero no se han resuelto". Por ello, se mostró partidario de mantener en líneas generales la actual política económica. Sin embargo, añadió, que "esto no es lo mismo que decir que hay que mantener un cierto nivel de restricción". Y mencionó en este sentido las limitaciones de crédito al sector privado que "podrían levantarse" en el momento en que den resultados duraderos.

Solchaga volvió a demostrar ayer su buena forma al afirmar que "aún cuando estuviera al borde del KO, lo que no es el caso, seguiría diciendo que me encuentro con fuerzas para continuar".

No hay deuda social

Con menos entusiasmo, el ministro dijo que "él, como militante disciplinado" aceptaría introducir algunos aspectos de la plataforma sindical en el programa electoral del partido. Sin embargo, no reconoció que por parte del Gobierno exista una deuda social, tal como afirman los sindicatos. Eso sí, dijo que la sociedad española es todavía injusta y "soy partidario de hacer todo lo posible para acercarnos a los niveles de bienestar de la Comunidad Europea'". Para hacer esta política es necesario, según el ministro, resolver los desequilibrios "porque, si no, no habrá materia prima para llevarla a cabo".

Los Presupuestos del próximo año no serán, sin embargo, "ni fuertemente contractivos, ni fuertemente expansivos". En próximos ejercicios, el ritmo de gasto social y en infraestructuras se mantendrá congelado en el 41,5% del PIB, "tal como ha dicho el presidente del Gobierno, Felipe González". Esto será compatible con alcanzar a los países europeos en su nivel de desarrollo, según el ministro.