Papi, empieza el 'cole', me tienes que comprar
El comienzo de curso de un niño de siete años viene a costar unas 30.000 pesetas. Con 12 años, 38.000
Aquel que tenga un hijo de siete años o menos pagará alrededor de 7.000 pesetas por sus libros de texto. Si al vástago se le ha ocurrido crecer y tener 12 o 14 años, el mismo producto limará los bolsillos en la cantidad de 9.000 pesetas. Pero ¡ay de aquel que piense que por pagar matrículas y libros de texto ha cumplido! Falta contar con la ropa. Con esa cazadora o chándal de moda. Con las zapatillas de deportes. Y con lo que representa uno de los mayores atractivos para los escolares cuando comienza el curso: el rico y fresco material escolar. Es la campaña comercial "la vuelta al coIe".
El 15 de septiembre comienzan las clases en la Enseñanza General Básica de los centros públicos de toda España. Desde hace dos semanas, los bolsillos de los padres de cerca de seis millones de niños (alrededor de dos millones en la enseñanza privada) están viviendo la sangría propia de los días que corren.Si los padres son fieles a las fechas que les ocupan buscarán el pantalón, la camisa, el jersel, el chándal, la cazadora y los zapatos y pagarán por ello la cantidad de 18.200 pesetas por el pequeño de siete años y, 23. 100 por el ya crecidito de 12. Estas son cantidades medias que facilita El Corte Inglé s, unos grandes almacenes que, junto con otros de su misma línea comercial y con los hipermercados que cada año amplían más sus secciones destinadas al regreso a las aulas. "En estos dos meses vendemos más del doble en esta sección que en el resto de la temporada escolar", afirma un ejecutivo de un hipermercado.
Se olfatea por doquier la campaña de "la vuelta al cole" en todas las secciones de los centros comerciales. En veteranos almacenes como El Corte Inglés con larga experiencia en el fenómeno, también se invita al juego subliminal. Algo así como al antiguo palé o actual monopoly. Un anuncio señala: "Confección y zapatería infantil, 10% del importe en cortycoles de regalo". Con esos bonos canjeables en mano, los niños penetran en el paraíso del material escolar.
Mochilas
Mochilas (antes carteras), a la última moda, que se cuelgan en tono desaliñado de un solo horribro; estuches, desde el más sencillo al más moderno con termómetro ineorporado; bolígrafos, gomas de borrar, rotuladores de todos los colores... Blocs con atractivo inotivo deportista en portada. Aromático pegamento y transparentes forros que también pueden ser adhesívos. Como adhesivas son las etiquetas que llevarán el nombre del escolar. Se acabó aquello de pasar la lengua por la pegajosa goma de una etiqueta. Claro que todo ello tiene su precio. Un precio incapaz de delimitar hasta dónde llegan las necesidades y a partir de qué punto comienza el capricho. Es el disloque por el atractivo color de una mochila, por el diseño del envase de un pegamento, por la lupa con luz incorporada que acompaña a tina esfera terrestre.Una mochila de brillante color fiosforito, antes llamado fluorescente, de tela de nallon y solicitada este curso como los precedentes de forma masiva, puede costar 1.200 pesetas para el pequeñín de preescolar. Ahora bien, si el diseño es Disney o la marca es Perona o Marlboro se puede llegar a las 3.000 pesetas. No falta el modelo aviador, de buen tejido imitación piel, novedad del año en algún que otro hipermercado de Madrid, 3.900 pesetas para los más mayorcitos. No falta en el mercado la mochila portadora de un reloj gigante por el precio de 7.900 pesetas.
Todo se compra en estos días. Pero lo que más mueve a los chavales de Educación General Básica ya sean pequeños o mayores (de los seis años a los 14) son las mochilas, los estuches de lápices y los blocs o libretas de espiral. Si estos últimos llevan un jugador de baloncesto de la Liga NBA, o un cartelillo de Coca-Cola, "se los quitan de las manos", dice una dependienta de unos grandes almacenes. La diferencia por un mismo cuaderno entre llevar a un alto jugador encestando en la portada o simplemente que ésta sea lisa se basa en que en el primer caso cuesta 199 pesetas y, en el segundo, 99. "Pero, en cuestión de material escolar, los padres no se dejan liar tanto por los hijos como con las modas de la ropa", dice Miguel Ángel Puigmitja, gerente de Galerías Preciados.
Diseño
Si de moda puede hablarse en lo que al material escolar se refiere, ésta tiene que ver en especial con el diseño, con el muñeco á la page. Una Mafalda, un Snoopy... hacen los placeres de los pequeñuelos por 200 pesetas más en una bolsa con cremallera para lápices. En este punto, una dependienta no coincide con las autoridades: "Los niños tiran y los padres somos tan tontos que caemos en la trampa". Con estas palabras, la que es dependienta de El Corte Inglés dirige su mirada hacia una madre que por fin se ha decidido a comprar a su hijo de 12 años una caja-estuche de madera, consciente ella de que "no vas a utilizar la mitad de las cosas". El niño acepta: "Ya lo sé. Ni el por taminas, ni este pegamento, ni esta regla me hacen falta". La regla lleva tallado el alfabeto portador éste de la misma utilidad que tiene el sistema mecanizado de un estuche de plástico por el cual una pequeña rueda hace saltar un termómetro que muestra la temperatura ambiente, un cajoncillo con una goma, otro con un sacapuntas y una plataforma con seis rotuladores y seis lapiceros de colores. Total: 2.195 pesetas. Al lado, otro estuche de idéntico contenido y mismas dimensiones pero carente de sistema mecánico: 495 pesetas.
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