Enrique Molina: "Mientras vives eres inmortal"

Enrique Molina (Argentina, 1910), poeta y novelista de trayectoria tan personal como consecuente con el siglo que está atravesando su existencia, es autor, entre otros, numerosos títulos, de Fuego libre y Los úItimos soles. Leído bajo una etiqueta que él rechaza, la de poeta surrealista, participa en estos días en el ciclo Poesía latinoamericana, que se celebra en El Escorial, en compañía de Rafael Alberti, Mario Benedetti y Antonio Cisneros, entre otros.La reciente publicación en España de El ala de la gaviota ha entusiasmado a sus primeros lectores, aquellos que no habían tenido acceso a la antología publicada por Ocnos en los años setenta o a las ediciones americanas de sus obras. Ahora se anuncia para otoño la publicación de una nueva antología suya en este país. También participan Claribel Alegría, Eliseo Diego, Enrique Adaúm Y Tomás Segovia, todos ellos poetas mayores de la otra orilla atlántica, si tenemos en cuenta el pasado argentino y uruguayo de Alberti y la extradía mexicana de Tomás Segovia.

La poesia de Molina, "nacida de las sombras de la naturaleza", surgió, como él, en la provincia subtropical de Corrientes, allí donde quizá se sitúe "el hondo País de las esponjas", en el que habita o nada la palabra de este hombre que después de surgir a la poesía en la naturaleza y el misterio del Orinoco, el Paraná y el río San Francisco tuvo la tentación "del fanatismo de los espacios libres", y se enroló durante años en la Marina. Mercante para recalar en las orillas de este mundo, en las que siempre fue sorprendido "por el esplendor del desastre", porque para él el hombre "es inmortal mientras está vivo".

Tradición cultural española

"Los latinoamericanos no tenemos una tradición cultural de siglos, estamos dentro de la tradición cultural, española, pero teneinos mayor libertad que otros pueblos, y más desamparo. En mi generación , la formación estaba marcada por el acceso a las culturas inglesa, francesa, italiana, y por la generación española del 27; no hablo de los clásicos porque los asumo como comunes".El hecho de que Argentina no posea, como Centroamérica o México, una cultura prehispánica fuerte ha propiciado que sus autores estén más libremente volcados hacia el exterior, Europa y Norteamérica: "La influencia de los movimientos de vanguardia europeos en Argentina fue muy fecunda; al mismo tiempo no hemos dejado de iniciar ningún movimiento de renovación y aporte. Rubén, Neruda o Vallejo han sido fundamentales para la cultura española".Leído, y sobre todo tratado como poeta surrealista, Molina se apresura a desmentir tal militancia."Sólo escribí un libro que pueda considerarse surrealista, Costumbres errantes o la redondez de la Tierra, y no era en puridad enteramente surrealista según las normativas del grupo. No dejo de apreciar lo que el surrealismo significa, como una aventura del espíritu, ni su gran contribución a la libertad humana".

La patria es la lengua, según el aceptado principio del mexicano Octavio Paz. Para Molina, "esa patria se centra en el poema, y éste exige un espacio propio, riguroso, controlado por los elementos más lúcidos de la conciencia, por eso no puede decirse de mí que soy surrealista, porque no apelo únicamente al inconsciente, apelo a la lucidez".