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El italiano que salvó a miles de judios en Budapest luchó en España

Juan Arias

Giorgio Perlasca, el ciudadano italiano que haciéndose pasar por cónsul español en Budapest salvó a 6000 judíos de la persecución nazi durante la II Guerra Mundial, luchó en la guerra civil española y fue la neutralidad de España y sus conocimientos del castellano lo que le sugirió salvar la vida al mayor número posible de personas.Perlasca, que ahora tiene 80 años, salió del anonimato gracias a la Prensa israelí y a una entrevista publicada hace unos días por el periódico comunista italiano L'Unitá.

El anciano, que vive en Padua, asegura a EL PAÍS: "Yo hablaba y escribía perfectamente el español, porque estuve en la guerra civil". Es más, recuerda que en Budapest le decían que hablaba como un gallego.

Fue precisamente el hecho de haber combatido en España lo que le hizo trabar amistad con el diplomático de la representación española en Budapest Angel Sanz Briz, quien le concedió un pasaporte español para facilitar su seguridad y libertad de movimientos.

Una vez que el representante español abandonó Budapest, asumió sus funciones diplomáticas "con la estratagema de hacerme pasar por él y salvé a casi seis mil judios".

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Carta de Sanz Briz

Todavía conserva una carta que le escribió Sanz Briz desde San Francisco (EE UU) después de la aventura. "El propio Sanz Briz", dice, "al conocer la historia, me decía en la carta que no se sentía ofendido porque, conociendo el profundo amor que yo sentía por España, estaba seguro que lo había hecho por un buen motivo".

Cuando, mucho después, Sanz Briz desempeñó su labor diplomática en Roma -en donde murió- como embajador discurre de octubre de 1944 al 16 de enero de 1945. En aquél período, dice, no tuvo noticia de que hubiese en Budapest algún español, tras la marcha de Sanz Briz.

Recuerda sólo a un desertor de la Division Azul "que desapareció misteriosamente" y del que nunca volvió a saber nada. Dice que no fue descubierto por los nazis debido al caos que había en Budapest.

La aventura terminó cuando "el 16 de enero de 1945 llegaron los rusos". "Yo y muchos judíos", asegura, "pasanios la noche festejándolo en los sótanos de la Embajada de España. Después de algunos días, los rusos me echaron y regresé a Italia".

Perlasca afirma que la documentación que conserva de aquellas fechas y los periódicos en los que se habla de los judíos que salvó, bajo bandera española como falso cónsul español, están a disposición de quien desee consultarlos en su casa en Padua.

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