Agosto peligroso
Praga y Berlín Este viven con inquietud los aniversarios de la invasión soviética y del muro
Dos aniversarios que se cumplen en este mes de agosto -21 años del aplastamiento de la primavera de Praga y 28 de la construcción del muro de Berlín- están creando serios problemas a dos regímenes que ven en estas fechas los símbolos amenazadores de una ilegitimidad cada vez más denunciada por sus respectivas poblaciones. Desde hace semanas, la RDA y Checoslovaquia advierten a sus ciudadanos que se disponen a actuar con fuerza contra las "actividades ilícitas", ya sean huidas masivas hacia Occidente o la demanda pública de cambios democratizadores.
Hoy, 13 de agosto, se cumplen 28 años de la construcción del muro de Berlín, y el 21 de este mismo mes, el 21º aniversario del aplastamiento de la primavera de Praga. La inquietud de las autoridades en las capitales de la República Democrática Alemana y Checoslovaquia ya no se circunscribe a los aniversarios llamados redondos, si bien el vigésimo de la invasión de Checoslovaquia del pasado año quedará largo tiempo en la memoria de los dirigentes ortodoxos de Praga. Hace un año, y tras 20 de silencio impuesto, miles de checoslovacos salieron a las calles de Praga para manifestarse a favor de la democracia pluralista. Desde entonces, el régimen de Praga se ha enfrentado a varias oleadas de manifestaciones, tras las de agosto vinieron las de octubre, y después en enero, sin haber sabido recurrir a otros métodos que los de la represión.
Ante el 21 de agosto, los medios oficiales han lanzado una ofensiva para intimidar a los crecientes sectores insatisfechos con el inmovilismo del partido comunista bajo Milos Jakes. El órgano oficial, Rude Pravo, ha acusado a la asociación de defensa de los derechos humanos Charta 77 de preparar acciones violentas para el 21 de agosto y de contar con apoyo extranjero para estos planes.
El dramaturgo Vaclav Havel, símbolo del movimiento democrático checoslovaco, ha sido detenido en dos ocasiones la pasada semana y advertido de que debe ausentarse de Praga en tan conflictiva fecha. A diversos disidentes, como Petr Uhl, se les ha cortado el teléfono, y otros, como Jiri Dienstbier, han sido advertidos de que toda conversación con la Prensa occidental será motivo para el corte de la línea.
En medios de la oposición checoslovaca nadie duda de que, pese a las intimidaciones y la masiva presencia policial que se prevé, se vayan a producir intentos de manifestaciones en Praga el 21 de agosto y, probablemente, en la víspera del aniversario.
'Saltar' el muro
La dirección del partido comunista (SED) y del Estado en la RDA se enfrenta, ante el 13 de agosto, menos a multitudinarias manifestaciones pidiendo la demolición del muro que a masivas acciones para sustraerse a su efecto, la disuasión de huir a Occidente. Dos centenares de ciudadanos de la RDA se hallan encerrados en la Embajada de la República Federal de Alemania en Budapest exigiendo su emigración a Occidente, varios cientos han huido ya a Austria por el gran hueco en el telón de acero que ha abierto el desmantelamiento de las vallas de alambre de espino en la frontera occidental húngara y un número indeterminado ocupa las Embajadas de la RFA en Berlín Este, Varsovia y Praga. El lunes, los medios oficiales de Berlín Este publicaron un breve comunicado de la agencia oficial, ADN, en el que se afirma lapidariamente que "no se podrán lograr iniciativas ilegales por intervención ante Embajadas de otros países". El anuncio es un intento de frenar la huida de ciudadanos que, pocos meses antes de cumplirse el 40º aniversario de la RDA, protagonizan la mayor emigración ilegal de su territorio desde la construcción del muro. Más de 200.000 personas han huido ilegalmente de la RFA desde que se construyó el muro, el 13 de agosto de 1961.
Con la negativa del régimen de Honecker a sumarse al movimiento democratizador iniciado en otros países socialistas, la presión emigratoria amenaza con volver a cotas como las que provocaron la construcción del muro de Berlín hace 28 años. Tan sólo en los 13 días de agosto de 1961 huyeron a Berlín Oeste 47.000 personas.
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