Broadway se queda sin 'Oh, Calcuta!' después de 20 años y 5.969 actuaciones
La obra de Keneth Tynan se estrenó en 1976
Uno de los musicales más famosos, aplaudidos y admirados de la historia de Broadway ha dejado de aparecer en la cartelera de The New York Times. Desde el pasado lunes ya no es posible ver en esa ciudad Oh, Calcuta!, la obra erótica que elevó la sex revolution de los años sesenta a la categoría de espectáculo.
El domingo por la noche cuatro parejas se despojaban de sus albornoces blancos por última vez en el escenario del Edison Theater, en la calle 47, y cerraban así una de las páginas más gloriosas de la historia de este género. La función se inició a las siete de la tarde y el productor de la obra anunció que se trataba de su 5.969 y última representación. Muchos de los espectadores que se encontraban en el patio de butacas no sabían qué estaba ocurriendo. Oh, Calcuta! se había convertido ya en un clásico para turistas que visitaban Nueva York, para los que acudir a un musical era tan importante como subir al Empire State Building.
El Oh, Calcuta! que se estaba representando era una reposición de la obra que se estrenó en 1976 en el Edison, y a la vez una versión muy actualizada de la obra que revolucionó el off Broadway desde 1969 a 1972.
Este musical se concibió como una burla a los contrastes sociales que provocó la revolución sexual de los años sesenta.
El éxito de la obra fue inmediato, y no por los desnudos integrales y la simulación de actos sexuales de sus actores, sino quizá porque planteaba "un tema erótico con el mejor tacto posible", como explicó en 1969 su propio creador, el crítico Kenneth Tynan. Según explicó entonces su autor, "no tratamos de hacer una revolución, sólo queremos hacer diabluras, diversión y... dinero".
John Lennon, Sam Shepard, Samuel Beckett, Federico Fellini y Edna O'Brien, y otros, contribuyeron a lo largo de estos años a mejorar o actualizar la obra convirtiéndola de esta manera en una pieza casi colectiva, lo que cuadra perfectamente con la época que trata de retratar. Oh, Calcuta! aguantó el paso del tiempo.
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