Un jefe de la Ertzaintza de Getxo ocultó a los jueces centenares de denuncias
Durante más de dos años, los jueces no han tenido conocimiento de muchos de los presuntos delitos comunicados por los ciudadanos a la Ertzaintza (policía vasca) de Getxo (Vizcaya). En la comisaría permanece un grueso paquete de denuncias que un mando del cuerpo no tramitó ante el juzgado correspondiente. El hecho, que puede dar lugar a responsabilidades penales, fue puesto en conocimiento del director de la policía vasca, Baltasar Marin, por representantes del sindicato independiente de la Ertzaintza (ERNE).
Marín ha confirmado la existencia de esta grave irregularidad, "que se investigó y se constató al día siguiente de conocerla". Al responsable, afirma, se le ha abierto un expediente informativo para tratar de esclarecer las causas de su actitud y se le ha retirado cautelarmente el mando para que no pueda obstaculizar la investigación. Al mismo tiempo, según Marín, se ha entrado en contacto con los jueces de Bilbao para examinar el contenido de las denuncias y tratar de solucionar el problema.Portavoces sindicales, en cambio, aseguran que el responsable de los hechos, un inspector en funciones de subjefe de comisaría, ha sido trasladado simplemente de la base de la Ertzairitza de Getxo a la recién inaugurada de Galdakao (Vizcaya), donde continúa ejerciendo el mando. El móvil de la ocultación de denuncias a la autoridad judicial, según estas fuentes, era mejorar la apariencia de eficacia en las estadísticas del cuerpo.
"Cuando se producía la denuncia de un ciudadano, el subjefe de la comisaría iniciaba la investigación", explican. "Si se conseguían resultados, pruebas o detenciones, se trasladaba todo al juzgado. En cambio, cuando no había éxito, la denuncia se archivaba sin dar cuenta a la autoridad judicial. De esta forma, el índice de casos resueltos mejora de formaespectacaular y el responsable de investigación parece que es un fuera de serie".
Esta práctica se ha mantenido desde la apertura de la comisaría, a mediados de 1986, hasta otoño del año pasado. El subjefe nunca aceptó modificar su criterio, añaden fuentes sindicales, pese a reiteradas advertencias realizadas por compañeros y subordinados de que era ¡legal. El artículo 359 del Código Penal prevé una condena de inhabilitación especial para "el funcionario público que, faltando a la obligación de su cargo, dejare maliciosamente de promover la persecución y castigo de los delincuentes".
El sindicato ERNE considera el caso un ejemplo de la caótica situación en que se encuentra parte de la organización de la Ertzaintza. La o rganización sindical subraya una contradicción flagrante en la asimilación a tareas de sargento de un inspector (categoría inmediatamente inferior), cuando hace años que no se convocan cursos de ascenso y algunos sargentos están privados de mando.
Restablecer la confianza
Por otra parte, el director de la policía autonómica, Baltasar Marín, asegura en una entrevista que publicó ayer el Diario Vasco que hay que restablecer la confianza del ciudadano en la Ertzaintza porque su imagense ha visto dañada tras los incidentes registrados el pasado 18 de julio.
Ese día, un grupo de ertzainas intentó irrumpir en las dependencias,de la academia de Arkaute (Alava) mientras se entregaban los despachos a la octava promoción del cuerpo, en protesta por el desarrollo de las negociaciones laborales entre los sindicatos y el departamento de Interior del Gobierno vasco.
Baltasar Marín asegura en la entrevista que los citados incidentes "son más graves de lo que pueda parecer en un principio". Según el director del cuerpo, "no se limitaron a una mera protesta, sino que hubo violencia con agresiones, como el abollamiento de mi coche y un enfrentamiento con la brigada móvil, que impedía el acceso a la acadernia".
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