El 'agosto' particular de las construtoras
Después de varios años de letargo inversor, el desarrollo de la política de infraestructuras que actualmente está llevando a cabo la Administración ha renovado las expectativas de la industria española de la construcción. Los programas del Ministerio de Obras Públicas son uno de los puntos de apoyo que garantizan, el equilibrio a medio plazo de este sector, sin olvidar el Plan de Transporte Ferroviario (PTF) y los proyectos de inversión de Telefónica.
Las construictoras están haciendo su agosto particular a lo largo de 1989, lo que también ha provocado una especie de seísmo patrimonial en este sector de actividad, al que no es ajena la inversión extranjera. El ejemplo de la multinacional Bouygues con la compra de una participación de Dragados pone de manifiesto el alto nivel de atracción que presentan las constructoras españolas en la actualidad. No en vano, Dragados es la primera compañía del sector y seguirá siéndolo mientras que Cubiertas y Ferrovial se obstinen en no decir lo contrario. Con un volumen de negocio de 175.000 millones de pesetas, Dragados destaca muy por encima de los 90.000 millones de Cubiertas y de los 86.000 de Ferrovial.
Precisamente, éstas dos últimas empresas protagonizan desde hace varios meses un contencioso que ha roto la proyección de Ferrovial en el capital de Cubiertas, impidiendo la materialización de un amplio proceso de integración en el que también participaba Entrecanales. La frustrada fusión de Cubiertas, Ferrovial y Entrecanales que, junto a Ocisa, componen el llamado grupo emergente de la construcción española podía haber alterado el predominio de Dragados dentro del ranking sectorial.
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