Detenidos cinco ex altos cargos cubanos por no combatir el narcotráfico
CARLOS GAíNZA El general de división José Abrantes, ministro del Interior hasta el 29 de junio y encargado de la seguridad personal de Fidel Castro durante 30 años, fue detenido, sorprendentemente, el pasado domingo acusado de no haber combatido la corrupción que facilitó en su departamento 19 operaciones de tráfico de drogas con el cártel de Medellín y precipitó a la revolución cubana en los peores momentos de su historia.
Junto a José Abrantes se detuvo al general de brigada destituido y jefe de Inmigración y Extranjería, Roberto González Caso; el responsable: de las Aduanas de Cuba hasta las depuraciones que siguieron al escándalo, Óscar Carreño Gómez; el teniente coronel Rolando Castañeda Izquierdo, y Héctor Carbonell Méndez, ex director de una empresa estrechamente asociada al ministerio desde hace años. Cinco generales destituidos el 14 de julío han sido degradados a coroneles y pasan a retiro. El diario oficial Granma, desde cuyas páginas Abrantes pidió en no pocas ocasiones vigilancia revolucionaria y moderación y ofreció una imagen de cierto liberalismo, publicó ayer en primera página las decisiones adoptadas por la dirección del partido, cuya secretaría general ostenta Fidel Castro.El general de cuerpo Je Ejército Abelardo Colomé Ibarra, Furry, nuevo ministro del Interior, y sus colaboradores en la inteligencia de las Fuerzas Armadas han llevado a cabo las investigaciones ordenadas por Castro para intentar recomponer, en su mayor parte con militares en activo, los cuadros del poderoso departamento, y mejorar la maltratada imagen internacional de su Administración.
El rotativo comunista indica que en las pesquisas efectuadas en la dirección del ministerio sehallaron pruebas de violaciones de las leyes, cuya responsabilidad fundamental correspondió a su titular. Abrantes, hombre fiel a Castro y al régimen desde sus inicios, y eficaz ejecutor de misiones secretas, fue apartado cuando aún estaba bien visto por el régimen, según el comunicado en que se informó de su destitución, firmado personalmente por el líder cubano. "Esta decisión se hace imprescindible, independientemente de los servicios prestados a la revolución y de la confianza y estima que ha gozado y goza en la dirección de nuestro partido", se decía en el comunicado.
Conductas incompatibles
La detención viene justificada ahora por "la necesidad de rectificar radicalmente tendencias y conductas incompatibles con los principios y leyes de nuestra sociedad, tales como negligencias en el cumplimiento del deber, corrupción o tolerancia con comportamientos corruptos". José Abrantes ha sido también hallado culpable de no atajar la manipulación u ocultación de información de interés para el Estado detectada en su ministerio, el abuso de recursos, la apropiación ilegal de fondos estatales para gastos no imprescindibles, la creación de empresas no autorizadas para actividades comerciales en el sector del comercio exterior, la "debilidad y el amiguismo"."Como parte del proceso de reordenamiento de dicho ministerio y de rectificación en éste de errores y tendencias negativas" fueron degradados a coroneles y retirados los generales de brigada Amado Valdés González, ex jefe de la dirección de tropas guardafironteras; Miguel Bermejo Labrada, ex jefe de la dirección de protección de incendios, Manuel Suárez Álvarez y Félix Véliz Hernández, adjuntos a la jefatura política, destituidos anteriormente, y Arsenio Franco Villanueva, otro alto funcionario. Un vendedor de periódicos voceaba en La Habana: "¡Han vaciado el Minint", forma de llamar al ministerio del Interior.
El Gobierno cubano, empeñado en convencer al mundo de que todas las complicidades en los negocios con el capo colombiano Pablo Escobar serán castigadas, que la lucha contra lacorrupción es sincera, y que la cúpula política y militar no conoció las operaciones del general Arnaldo Ochoa y el coronel Antonio Laguardia, fusilados el 13 de julio, anunció asimismo su voluntad de "profundizar en las investigaciones en curso".
La mayoría de los altos mandos sacrificados por la crisis del 12 de junio tuvieron algún tipo de relación oficial con Antonio Laguardia, director del clandestino departamento MC, creado para burlar el embargo comercial de Estados Unidos. Los hombres y mercancías del coronel ejecutado se movieron con entera libertad por tierra, mar y aire, al igual que sus maflosos invitados. Los aviadores colombianos y el grupo de cubanos marielitos transportaron seis toneladas de cocaína a EE UU por aguas cubanas, y no fueron molestados por las unidades guardafironteras.
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