Temperatura relativa
"En periodismo, los hechos mandan, o al menos eso dicen ustedes. Sin embargo, compruebo con asombro que los diarios que se publican en Madrid sólo coinciden en la fecha de publicación, porque ni siquiera dan las mismas temperaturas, máximas o mínimas". El lector, que se puso en contacto por teléfono con el ombudsman, esgrimía las temperaturas publicadas por varios diarios de Madrid el pasado miércoles 26 como la prueba irrebatible del relativismo absoluto en el que se encuentra sumida la profesión periodística.Otro lector, Antonio Cuesta García, desde Barcelona, afirma no saber si las temperaturas que se publican son una predicción o las temperaturas del día anterior, ya que "no concuerdan con los otros diarios, ni con las facilitadas en radio y televisión". "¿No existe un organismo oficial que las facilite?", pregunta este lector.
Jorge Luciano Ron, meteorólogo durante toda su vida profesional en el Instituto Nacional de Meteorología, explica por qué se producen esas diferencias que confunden a los lectores. "Las diferencias se producen porque existen distintos puntos de medición. Así, por ejemplo, en Madrid se toman temperaturas en el aeropuerto de Barajas, en el parque del Retiro, en la Ciudad Universitaria, en Getafe o en el aeródromo de Cuatro Vientos. Son todas instalaciones del Instituto Nacional de Meteorología. Las temperaturas varían de un centro a otro y las máximas que se publican son las mediciones realizadas a las tres de la tarde, cuando en verano la temperatura máxima se alcanza entre las cinco y las siete de la tarde. En otras capitales ocurre lo mismo. Donde hay aeropuerto, se toma la del aeropuerto o la del observatorio. Con mucho calor, la diferencia en el centro de las ciudades puede ser de cuatro o cinco grados".
Los diarios suelen utilizar las mediciones de las 15 horas por motivos de cierre de las ediciones. Las temperaturas máximas que publica EL PAÍS tienen en cuenta estos factores. Por ejemplo, la temperatura máxima de Madrid se calcula en función de la media de las temperaturas tomadas en las instalaciones del Retiro y de la Ciudad Universitaria, más un factor de corrección que tiene en cuenta que la medición es a las 15 y que la máxima en verano se alcanza dos o tres horas después. Las temperaturas mínimas se toman a las 6.45.
Castellano y español Edmundo Pedro Sánchez García ha escrito desde Murcia para aportar su contribución a la defensa del idioma. "Cuando el pasado domingo 9 de julio leí en la sección El Ombudsman la alegría con la que el señor Grijelmo, redactor jefe de edición y formación, recibía los comentarios que enviaban los lectores del diario, 'preocupados por la defensa del patrimonio cultural común que es nuestra lengua', me animé finalmente a sumar mi humilde contribución a ese bien'común".
"Aunque en realidad no sé a qué se refiere el señor Grijelmo", añade el lector, "con lo de 'nuestra lengua' o 'nuestro idioma', porque si bien habla de 'verbos castellanos' y 'castellano', lo que no debería extrañarme, al estar publicado EL PAÍS en Madrid, donde se habla castellano en una de sus variedades, poco después remite al lector con dudas a un Manual del español urgente, de lo que deduzco que no se refiere exclusivamente a la lengua hablada en Castilla, sino a la que se habla en común en todo el territorio nacional español, los países de América Latina, alguno africano y el que se enseña en el extranjero a quienes quieren aprender nuestro idioma".
"Las influencias y la continua evolución experimentadas por el primitivo castellano que nació un buen día en algún lugar del Cantábrico", agrega el lector, "han hecho que éste se diluyera en un caudal más amplio y dinámico que el que lo contenía en un principio y no se pueda hablar, a partir de un cierto momento -el siglo XV-, de lengua castellana, sino que, como ya señaló don Ramón Menéndez Pidal en 1904, se debe hablar más propiamente de lengua española".
"Hoy, castellano y español no son sinónimos. El castellano origen de nuestra lengua dejó de existir como tal en el siglo XIV. Llamar castellano al español es como si hoy pretendiéramos llamar latín al español porque el primero fue el origen del actual. Castellano no puede ser aplicado en nuestros días más que a la variedad dialectal del español que se habla en Castilla. Lo demás es faltar a la verdad histórica, lingüística, filológica... y a la razón".
"Si pretendemos cuidar la lengua, nuestra lengua, comencemos llamándola por su nombre. No estaría mal que fueran los periodistas de EL PAÍS quienes dieran ese primer paso. Quizá su ejemplo sea seguido por el resto de los medios de comunicación, los auténticos maestros de lengua de hoy".
"En cualquier caso", concluye, "esta carta servirá, si es publicada, para el estudio del señor Lebranft, 'sobre los cuidados que recibe el español".
El Libro de estilo del diario señala que puede escribirse, indistintamente, español o castellano para el idioma predominante en España. Este debate, que ya ocupó a los padres de la patria que redactaron la Constitución del 78, promete tener larga vida. Continuará.
La opinión de los lectores
Ascensión Pintado Ruiz-Valdepeñas ha escrito para quejarse de que la sección Cartas al Director es utilizada cada día más por gente conocida, lo que reduce el espacio disponible para los ciudadanos, que no tienen otro lugar donde expresar sus opiniones.
"Vengo observando últimamente que es utilizada dicha página [Cartas al Director] tanto por profesionales como escritores, etcétera, que se sirven de ella para darse contestación de dimes y diretes que sólo a ellos incumben, y para lo cual podrían utilizar cartas privadas, ya que al resto de la gente poco importan dichas descalificaciones personales, profesionales, etcétera, y, por otro lado, restan lugar a los demás lectores, que sólo tienen esa página para expresar sus opiniones".
Eduardo San Martín, subdirector encargado de temas de opinión, responde: "No es cierto que el espacio de cartas sea ocupado preferentemente por escritores o por gente conocida. De hecho, las cartas de éstos -que tienen también derecho a expresar su opinión como simples lectores- suelen ser una excepción. Lo que sí es cierto es que el espacio destinado a cartas al director se ha visto reducido sensiblemente en las últimas semanas".
La reducción del espacio dedicado a cartas al director se ha producido por la incorporación en esa página de las viñetas de Gallego & Rey. La dirección del diario, consultada por el defensor de los lectores, indicó que se estudia la forma de ampliar el espacio dedicado a cartas al director a fin de no mermar la opinión de los lectores.
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