El Príncipe pide soluciones contra el terrorismo en su ofrenda al apóstol Santiago

El príncipe de Asturias pidió ayer al apóstol Santiago soluciones para el terrorismo y el paro durante la tradicional ceremonia de la ofrenda nacional que se repite cada 25 de julio en la capital compostelana. El arzobispo Rouco Varela, que presidió el acto religioso, dijo sentir emoción al ver cómo el herederá de la Corona española, que simboliza a las actuales generaciones jóvenes profesa su fe en Jesucristo.

El príncipe Felipe, delegado del Rey en los actos de la ofrenda, aseguró durante su intervención que "la historia de España no puede ser entendida ni asimilada por las generaciones presentes ni futuras si no se tiene en cuenta la fe católica, con todo el profundo significado que entraña para la vida y la cultura del pueblo español".El delegado regio solicitó del patrón de España que se transformen en paz y fraternidad los proyectos violentos de los grupos que siembran el terror y la muerte y pidió que se abran posibilidades de trabajo y empleo digno para las familias, especialmente para sus miembros más jóvenes.

La visita que el Papa realizará a Galicia el 19 de agosto estuvo presente en las intervenciones del príncipe y del arzobispo. Rouco Varela ase guró que "se oyen ya, en el sentido realista de la palabra, las pisadas de miles de jóvenes peregrinos". Se refirió a los caminantes como a una buena juventud, crecientemente lúcida ante la encrucijada en que la colocan las ofertas materialistas de placer y felicidad en los que tanto abundan el sistema social y las modas culturales imperantes:

El Gobierno gallego en pleno, presidido por Fernando González Laxe, el presidente del Parlamento, Tomás Pérez Vidal, el delegado del Gobierno en Galicia, Domingo García Sabell, así como diversas autoridades militares, siguieron la ceremonia de la ofrenda en la catedral.

Por otra parte, los grupos de Izquierda Nacionalista conmemoraron ayer el Día de la Patria Galega divididos en tres manifestaciones distintas y casi simultáneas por las calles de Santiago. El Bloque Nacionalista Galego (BNG) fue la fuerza con más poder de convocatoria, al movilizar unos 10.000 seguidores. En un alarde de cambio de imagen, el BNG llegó incluso a sortear entre sus simpatizantes un coche. También convocaron actos el Partido Socialista Galego-Esquerda Galega y el Frente Popular Galego.