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El concierto de Pink Floyd en Venecia provoca la dimisión del alcalde

Juan Arias

Los concejales socialistas del Ayuntamiento de Venecia presentaron ayer, como habían ya anunciado, las dimisiones, provocando de este modo una crisis en el gobierno municipal de la ciudad italiana. Esta parece ser la consecuencia última de las repercusiones que en Venecia ha tenido el concierto del grupo Pink Floyd celebrado el pasado 15 de julio.Tras una reunión borrascosa, en la que se produjeron varias interrupciones, gritos y protestas, el republicano Antonio Casellati anunció por la tarde su dimisión como alcalde y las de toda la junta municipal.

El pretexto ha sido la determinación del alcalde de rechazar la candidatura de Venecia como sede de la Exposición Universal del 2.000. Pero en realidad, y como único transfondo, ha estado presente la crítica situación creada tras el concierto de Pink Floyd, a consecuencia del cual los ciudadanos venecianos, que vieron su ciudad profanada por el estado en que la habían dejado los miles de jóvenes abandonados a su suerte sin estructuras adecuadas para darles hospitalidad, habían pedido a gritos la dimisión de toda la corporación municipal.

[Antonio Casellati, que en un principio había dicho no al concierto y que luego ha soportado con estoicismo las consecuencias de su celebración, dijo la semana pasada a este periódico: "Venecia no puede estar continuamente llamando a la gente para que venga, y la expo atraería a Venecia a seis millones de visitantes en seis meses. ¿Cómo lo vamos a soportar?"]

Falta de acuerdo

El gobierno de Venecia dimisionario está compuesto por comunistas, socialistas, republicanos, socialdemócratas y verdes. El alcalde declaró ayer que la junta por él presidida no está de acuerdo con la hipótesis de Venecia como sede de la Exposición y que, por tanto, frente a la oposición de los socialistas, que están tambien divididos, presentan sus dimisiones.Ahora empezarán los debates y la búsqueda de un compromiso pará evitar de nuevas elecciones. Los socialistas desearían que se aprobase un documento en el que se dejase abierta la posibilidad de la celebración de la Expo, porque dicen que hay tiempo para prepararlo todo de modo que no pueda repetirse la desagradable situación del concierto de rock del que ahora todos se arrepienten.

En realidad, la lucha de fondo es entre el dogo republicano Bruno Visentini, presidente de la fundación Cini , que se opone a la Expo, y el dogo socialista Gianni de Michelis, recién estrenado ministro de Asuntos Exteriores. Ambos mantienen opiniones políticas opuestas sobre el futuro de Venecia.

[Por otra parte, en un comunicado hecho público tras la reunión, se señala que Venecia debe dotarse de una infraestructura que le permita hacer frente a las necesidades de sus turistas así como a las manifestaciones culturales que programa].

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