Italia destina 130.000 millones de pesetas para combatir las algas

El Gobierno italiano ha destinado 130.000 millones de pesetas para combatir la plaga de algas que está alejando a los turistas y crucificando a las industrias hoteleras. El Ejecutivo concederá, probablemente, plenos poderes al Ministerio de Medio Ambiente para utilizar estos fondos.El alcalde de Ravenna ha pedido a Roma la ayuda del Ejército para limpiar las playas, convertidas en vertederos de la repugnante mucillagine, ese amasijo viscoso que causa náusea con sólo mirarlo. Entre Ravenna y Cattolica, distantes apenas 70 kilómetros de mar, han trabajado sin parar 100 camiones con palas mecánicas, recogiendo más de cuatro mil toneladas de algas en un día. "Algunos días más -ha afirmado Nicola Amaducci, responsable del servicio de limpieza de Cesenatti- y no sabremos dónde meter tanta basura escupida sobre las playas por el mar".

Se espera que el Gobierno conceda poderes extraordinarios al ministro del Ambiente, el socialista Giorgio Ruffolo, para que, sin perderse en los complejísimos meandros de la burocracia de este país, pueda empezar a usar los fondos puestos a disposición por el Gobierno. El Tribunal de Cuentas ha hecho una revelación que es al mismo tiempo una grave denuncia: la mayoría de las autoridades regionales no saben cómo gastar el dinero que Roma pone a su disposición para las emergencias. Por ejemplo, según dicha corte, en los cuatro últimos años la región de Venecia ha utilizado sólo el 18% de los 100.000 millones de pesetas puestos a disposición para la salvaguardia del patrimonio artístico de la ciudad lagunar.

Las agencias turísticas germanas, que traen al Adriático el mayor número de turistas, han protestado por no haber sido informadas antes. Ahora se intenta remediar ofreciendo un premio a aquellos turistas extranjeros que se comprometan a volver el año próximo. Según datos oficiales, el río Po descarga en el mar 13.000 toneladas de fósforo y 110.000 de azoato, más de 217.000 toneladas de carbonio, 16 de plomo, 34 de cromo y 30 de cobre, arsénico, y otros residuos.