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Bush augura a Hungría un gran papel en la Europa unida

El presidente norteamericano, George Bush, se despidió ayer de Budapest calificando la cumbre de París como un "momento histórico para Europa" y augurando a Hungría un gran papel en una "Europa unida y libre". Bush manifestó en el aeropuerto de Ferihegy, del que partió a primera hora de la mañana hacia París, que "Hungría está demostrando que la Declaración de los Derechos Humanos no se refiere a derechos franceses, ni americanos, sino que son derechos con los que todos nosotros nacemos".Bush recordó que la cumbre de París tendrá como uno de los puntos prioritarios en su agenda la coordinación de medidas para relanzar las economías de Hungría y Polonia, los dos países más avanzados de Europa oriental en el proceso de democratización. Bush concluyó así la primera visita de un presidente norteamericano a Hungría, en la que ofreció un paquete de medidas de ayuda a la economía húngara y recibió una recepción entusiasta de la población.

La visita de Bush ha supuesto un fuerte impulso al proyecto húngaro de crear un sistema político pluralista plenamente homologable a las democracias occidentales. Hungría ha demostrado haber salido fortalecida de la reciente cumbre del Pacto de Varsovia en Bucarest.

Existen claros indicios de que Rumanía, Checoslovaquia y la República Democrática Alemana (RDA) tenían intención de hacer de la reunión un foro para ejercer presión antirreformista sobre Hungría. Sin embargo, no lo lograron. El presidente del partido comunista húngaro, Rezsö Nyers, manifestó a su llegada de Bucarest que el encuentro había demostrado "identidad total" de posturas entre Gorbachov y él. Imre Pozsgay, ministro de Estado y líder del ala socialdemócrata, declaró, aún con Bush en Budapest, que Hungría no tiene que consultar a ningún aliado cuestiones internas como el relevo del poder de los comunistas si éstos pierden las elecciones generales el próximo año, las primeras totalmente libres que se celebran en el Este de Europa desde 1947.

La visita ha demostrado que el espacio de maniobra de Hungría en sus contactos con Occidente son ya prácticamente ¡limitados. Ha fortalecido a todos aquellos en el régimen y en la oposición que hacen un vínculo indivisible entre la solución de la crisis económica y la creación de un marco institucional que garantice plenitud de libertades individuales. Ha fortalecido además la convicción de que toda salida de la crisis pasa por una integración con las economías y sociedades occidentales.

Toda la Prensa húngara coincidía ayer con Imre Pozsgay en que la estancia de Bush en Budapest "ha sido muy importante, no sólo para Hungría sino para todo el movimiento reformista en Europa del Este".

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