EL Pacto de Varsovia afirma el derecho de cada país un miembro a determinar su camino

PILAR BONET, ENVIADA ESPECIAL, El Pacto de Varsovia refrendó la reorientación desde los aspectos militares hasta los políticos ayer, al término de la reunión cumbre del organismo concluida en Bucarest con la firma de dos documentos que dan prioridad al desarme, hacen repetida mención de los derechos humanos y afirman el derecho de cada país a determinar su estrategia y táctica sin injerencias externas. Los líderes del Pacto de Varsovia no llegaron, sin embargo, a tratar sobre la reorganización de la estructura existente, con el fin de adaptarla a la distensión Este-Oeste, o el concepto de casa europea.

El comunicado final costó intensos esfuerzos de última hora, por cuanto los grupos de expertos que lo elaboraban rechazaron la variante confeccionada por los rumanos que ponía el énfasis en puntos polémicos, tales como son los temas ideológicos y los problemas bilaterales con Hungría, según afirmaron fuentes de este europeo.Nicolae Ceaucescu aceptó sin embargo un pacto de caballeros, según el cual la organización debe concentrarse en la política exterior y el desarme y dejar los otros asuntos para otras ocasiones o foros. La situación interna en cada país surgió con todo en la reunión informal que los jefes de delegaciones mantuvieron ayer tras la firma de los documentos, apenas concluida la parte oficial de la cumbre.

Honecker, enfermo

Un funcionario soviético subrayó la urgencia y necesidad de reformar la cooperación económica en el seno del CAME, la organización económica socialista. En este campo se enfrentan diversas posiciones, desde la concepción de este organismo como un ente administrativo supranacional a la creación de un verdadero mercado.

Mijail Gorbachov y los otros seis líderes del pacto estampa ron su firma poco después de las nueve de la mañana. El líder de la RDA, Erich Honecker, fue sustituido por el jefe de Gobierni Willi Stopli, ya que tuvo que abandonar Bucarest precipitadamente afectado por un ataque de bilis, según dijeron fuentes oficiales. Gorbachov se entrevistó con la delegación húngara e invitó a Moscú a Reszo Nyers, el presidente del partido comunista, y a Karoly Grosz, el primer secretario, que se había quedado en Budapest para asistir a las exequias de Janos Kadar. Ambos dirigentes pueden acudir a Moscú en el curso del verano, señalaron fuentes húngaras. Nyers, que pronunció un discurso muy atrevido en el que defendió la idea de libertad y pluralismo, mantuvo una conversación con Ceaucescu que puso el énfasis en la necesidad de resolver las discrepancias con el diálogo.

Los documentos finales dan una respuesta genérica a las propuestas del presidente norteamericano George Bush en Bruselas. El Pacto de Varsovia considera que éstas van al encuentro de posiciones ya expresadas por los aliados socialistas y cree que dados los elementos sobre la mesa las conversaciones de desarme convencional de Viena pueden desembocar en un acuerdo inicial en 1990.

En una conferencia de prensa organizada por los representantes rumanos, el comunicado se interpretó como un refrendo de Ia política exterior de Bucarest. Concesiones a esta política fueron hechas aparentemente en párrafos que apuntan el peligro del resurgimiento del fascismo. Los líderes reiteraron su postura favorable al desmantelamiento simultáneo de ambas alianzas y la liquidación de sus organizaciones militares. Los participantes se informaron de los problemas de la construcción del socialismo, haciendo hincapié en la creciente interdependencia entre política interior y exterior. Aseguraron, sin embargo, que "no hay modelos universales de socialismo" y . nadie es portador de la verdad"-