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Los sindicatos no están dispuestos a negociar la política de ajuste propugnada por el Gobierno

EL PAÍS, Los dirigentes de los dos sindicatos mayoritarios aseguran que no están dispuestos a iniciar un nuevo proceso de concertación social, tal como les han propuesto distintos miembros del Ejecutivo a través de la Prensa, porque están convencidos de que el Gobierno quiere que UGT y CC OO avalen una nueva política de ajuste. El ministro de Economía, mientras, reiteró ayer la importancia de la concertación social tras el ingreso de España en el Sistema Monetario Europeo.

Carlos Solchaga aseguró ayer que, "tras el ingreso de la peseta en el SME, la concertación social ha pasado a ser más necesaria que antes". El ministro de Economía -en unas declaraciones improvisadas tras su inaguración de las jornadas sobre la ronda de Uruguay, que se celebraron ayer en Madrid- comentó que "sería más útil contar con un proceso de diálogo de carácter tradicional; aunque esto ahora parece extremadamente difícil o incluso imposible, debido, en buena medida, a la postura de los sindicatos".En opinión de Solchaga, el Gobierno ha mantenido desde 1982 la idea de que era necesario mantener la concertación social, aunque ésta se haya roto en repetidas ocasiones.

Estas ofertas veladas de reabrir las mesas de negociación no han encontrado eco en los sindicatos. Ni UGT ni CC OO han tomado en consideración las ofertas lanzadas por los ministros de Economía y de Trabajo, y ambos sindicatos coinciden en que el Gobierno persigue que le avalen unos presupuestos restrictivos.

Carlos Solchaga, por su parte, no quiso entrar ayer a valorar esta falta de respuesta y comentó que "es responsabilidad de los sindicatos justificar lo que ellos dicen". El ministro declinó hacer ningún tipo de comentario sobre las medidas que su departamento estudia en estos momentos. "Se tomarán cuando sea necesario", dijo.

La nobleza del ministro

La ejecutiva de UGT, en su reunión de ayer, analizó las declaraciones de los responsables de Economía y de Trabajo. Apolinar Rodríguez, secretario de Acción Sindical, afirmó que agradecen Ia nobleza" de Carlos Solchaga por plantear con claridad que "quiere que le legitimemos una política de rigor, o la aplica él sólo". Sin embargo cree que "a Manuel Chaves se le llena la boca de concertación y no quiere negociar nada". El dirigente ugetista asegura que "si se aplica una política de progreso, UGT la va a apoyar, sea cual sea el método, mientras que si se trata de una política regresiva, no vamos a aceptar acuerdos globales ni parciales".

Apolinar Rodríguez no quiere aventurar qué va a pasar en los próximos meses pero sí está convencido de que puede haber "graves fricciones y un otoño caliente" en el caso de que el Gobierno ponga en marcha una política de rigor.

El dirigente de CC OO, Agustín Moreno, ve "una pura operación de propaganda" en las ofertas del Gobierno, después de comprobar que en los últimos consejos de ministros se han aprobado medidas por sorpresa, como la entrada de la peseta en el SME, que impone disciplina en el control de la inflación; una modificación del IRPF sin consensuar, y una subida de la gasolina sin atender propuestas sindicales.

Moreno asegura tajantemente que "es evidente que no vamos a dar el placet a una política con un alto coste social" y afirma sin disimulos: "Es mentira que el Gobierno quiera negociar nada, porque su práctica habitual es la de hechos consumados". Para CC OO, el objetivo del Ejecutivo es "cargarse de razón ante un nuevo ajuste", ante lo cual el sindicato "no se cruzará de brazos y movilizará a los trabajadores". La propuesta de moderación salarial lanzada por el Gobierno hace afirmar a Moreno: "Están locos. Quienes recalientan la economía son los que compran coches BMW, no los salarios de los trabajadores".

Las últimas medidas del Gobierno son objeto de una circular enviada ayer por el secretario general de UGT, Nicolás Redondo, a los cuadros del sindicato. En ella muestra su preocupación por la entrada de la peseta en el SME y modificación del IRPF, que en su opinión suponen "un avance hacia la dualización social". El dirigente ugetista pide a sus cuadros que trabajen por "una acción sindical tendente a lograr el giro social que hemos puesto como meta del sindicato para el próximo futuro".

Los sindicatos trabajan precisamente ahora en definir qué es el giro social y en la elaboración de un programa común en el que las prioridades pasan por mejorar la sanidad, la vivienda, la protección social y el empleo. Para mañana jueves CC OO y UGT tienen prevista una reunión de sus dirigentes con el objetivo de ir concretando cada una de las cuestiones.

Ese programa común no lo conciben como una plataforma de negociación con el Gobierno, sino que tratan de marcar las prioridades. Algunas materias pueden ser debatidas con el Ejecutivo y otras con las comunidades autónomas o con las empresas. La CEOE, por su parte, se muestra abierta a cualquier convocatoria formal de negociación que hagan tanto el Gobierno como los sindicatos.

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