El Tribunal Supremo de EE UU restringe el derecho al aborto de las mujeres norteamericanas

El Tribunal Supremo de Estados Unidos confirmó ayer a las norteamericanas el derecho a seguir abortando legalmente, pero impuso nuevas y más duras condiciones para esta práctica. En una de las decisiones más importantes y esperadas de la historia judicial de este país, el Supremo ha decidido mantener la sentencia de un juez, firmada en 1973, que legalizaba la interrupción del embarazo durante las 12 primeras semanas de gestación. Sin embargo, la corte suprema otorgó a los Estados la posibilidad de dificultar esa práctica.

La sentencia otorga a los Estados la posibilidad de crear barreras legales al aborto y encontrar fórmulas para evitar esa práctica, como la de recortar Is ayudas económicas a las embarazadas que tratan de interrumpir su maternidad, prohibir el uso de instalaciones médicas, personal y material sanitario oficiales y, en algunos casos específicos, que antes de los abortos sea preciso que los médicos predigan la viabilidad del feto.La decisión del Tribunal Supremo, que se hizo pública a las 10 en punto de la mañana de ayer (cuatro de la tarde, hora peninsular española), reafirma la jurisprudencia de la famosa sentencia del caso Roe versus Wade, de 1973, pero poco más. Aquel pleito cambió a la sociedad americana, por que fue el primer paso para la definitiva legalización del aborto. El Tribunal Supremo ha tenido que revisar la legislación al haber sido aprobada por la legislatura de Misuri una ley según la cual se acepta como válida la premisa de que la vida da comienzo en el "momento exacto de la concepción". Una clínica apeló la ley después de que un juez local la aplicara y el tribunal de apelación decidió enviar el caso al Supremo, el verdadero centinela de los derechos constitucionales de los norteamericanos.

La única mujer del Tribunal Supremo, Sandra Day O'Connor, votó a favor de que la sentencia de 1973 se mantuviera, a pesar de haber proclamado que, personalmente, consideraba el aborto como una "aberración" y estar en contra de algunas resoluciones de la sentencia. Su voto fue decisivo por que cinco de los nueve magistrados votaron a favor de mantener la legislación del aborto.

El punto crucial de la discusión del alto tribunal fue considerar la legalidad del período de 12 semanas que autoriza la práctica del aborto. O'Connor estuvo en contra de ese punto, pero su disconformidad no alteró la sentencia final. La decisión ha sido estimada como negativa por las organizaciones proabortistas, mientras que las antiabortistas la han calificado como "un paso adelante".

Reacciones

Uno de los miembros del tribunal que votó a favor de la legislación vigente fue el justice Harry Blackinun, quien en 1973 apoyó la resolución del caso Roe versus Wade y quien manifestó que "hoy por lo menos la ley del aborto continúa".

Representantes de los grupos más radicales que apoyan las posturas pro y anti aborto se encontraban ayer junto a las escalinatas de la sede del Supremo esperando la sentencia. Olivia Gari, del Comité Nacional por el Derecho a la Vida, manifestó que esa decisión "debería estar en manos de los americanos, y no en las de miembros de los nueve miembros de un tribunal".

Molly Yard, líder de la Organización Nacional para la Mujer, comentó que "hoy (por ayer) es un día negro para el derecho de las mujeres a controlar sus propias vidas". Yard declaró que Ias mujeres americanas pueden seguir abortando, pero es necesario seguir luchando por ese derecho en cada uno de los puntos de este país".

La sentencia fue recibida en la Cámara de los Representantes con mucha cautela. Pat Schroeder, démocrata por Colorado, declaró: "Se trata de una sentencia importante, por que respeta el derecho a elegir". Robert Dornan, un republicano de California explicó que "no puede estar de acuerdo con esta sentencia porque hoy mismo mas de 400 niños morirán en los quirófanos sin haber tenido la posibilidad de elegir sobre su derecho a la vida".