La mayor bomba 'etarra'

Los 150 kilos de amonal y trilita empleados en la madrugada de ayer por un comando de ETA Militar contra la casa cuartel de la Guardia Civil en Llodio (Álava) suponen la mayor carga explosiva empleada en un atentado por la organización terrorista en su historia. Dos de las bombas más destructivas que la banda armada había empleado hasta ahora eran la que mató al almirante Luis Carrero Blanco (80 kilos) y la que destruyó la casa cuartel del cuerpo en Zaragoza y provocó 11 muertes (50 kilos de amonal).

La organización terrorista comenzó en 1982 a cometer atentados contra las casas cuartel de la Guardia Civil en los que ha empleado distintas técnicas: el lanzamiento de granadas de carga hueca ha sido la utilizada más veces y el coche bomba la que ha causado más fallecidos. Estos atentados son los que más víctimas infantiles, entre muertos y heridos, han provocado.La primera acción terrorista contra una de estas instalaciones se produjo el 20 de agosto de 1982 en la casa cuartel de Laredo (Santander). La explosión de dos artefactos hirió de gravedad a la hija de 15 años de un agente. El 23 de octubre de 1983, una niña de cinco meses resultó herida en un atentado a un cuartel del Cuerpo en Navarra. Un año después, un comando de la banda armada lanzó una granada contra el cuartel de Las Arenas (Vizcaya). En la acción resultó herida una niña de nueve años, hija del brigada comandante del puesto.

El 2 de mayo de 1985, un coche bomba con más de 25 kilos de Goma 2 estalló en las inmediaciones de la casa cuartel de Llodio (Álava), contra la que ayer volvió a atentar la banda armada. La explosión produjo heridas de escasa consideración a algunos familiares de los guardias.

El 13 de noviembre del año siguiente, víspera del inicio de la campaña para las elecciones vascas, otro comando etarra lanzó dos granadas de carga hueca contra la instalación del Cuerpo en Algorta (Vizcaya). Este atentado no causó heridos.

El 14 de marzo de 1987, ETA lanzó una granada contra el cuartel de la localidad guipuzcoana de Legazpia. Este atentado no causó heridos. El 24 de julio, un coche bomba estacionado en las proximidades del cuartel de Éibar (Guipúzcoa) ocasionó heridas de diversa consideración a siete guardias y 13 paisanos.

El 7 de agosto de 1987, siete granadas de carga hueca estallaron contra el cuartel de Zarautz (Guipúzcoa). Un niño de un año, hijo de un guardia civil, resultó herido de gravedad. En el mismo atentado resultaron heridos un hermano del niño, su abuela y un guardia. El 10 de septiembre fueron lanzadas cinco granadas desde una furgoneta contra el cuartel de Ordizia (Vizcaya) sin que hubiese víctimas.

El más sangriento

El atentado más sangriento contra una casa cuartel de la Guardia Civil fue el cometido en Zaragoza el 11 de diciembre de 1987 cuando la explosión ocasionada por 50 kilos de amonal en un coche bomba que fue activado por una mecha, mató a cuatro guardias, dos mujeres y cinco niñas y causó heridas de diversa consideración a más de treinta personas. La onda expansiva destrozó el edificio y afectó también a las casas próximas.Al año siguiente, el 14 de marzo de 1988, ETA comete cuatro atentados, tres de ellos contra funcionarios de prisiones y su sindicato, y el otro contra la Guardia Civil. En el atentado cometido en la localidad alavesa de Llodio contra la casa cuartel del Cuerpo, ETA utilizó un camión y tubos lanzagranadas. Dos agentes resultaron heridos.

El 2 de noviembre de 1988, un comando lanzó tres granadas contra el cuartel de Galdakao (Vizcaya) en un atentado sin víctimas que coincidió con la publicación del comunicado en el que la banda armada volvía a ofrecer una tregua de 60 días si el Gobierno se avenía a negociar.

Finalmente, en la noche del 22 de noviembre de 1988, un coche bomba explotó junto a la Dirección de la Guardia Civil de Madrid en la que hay una residencia de guardias auxiliares y suboficiales. La explosión causó la muerte del niño de dos años Luis Delgado Villalonga, y de Jaime Bilbao Iglesias, directivo de largometrajes de TVE.