La mayor batalla contra el dinero negro
La decisión de la Audiencia supone el mayor éxito del secretario de Estado de Hacienda, José Borrell, en su lucha contra el dinero negro. La entrega de listas de La Unión y El Fénix, La Estrella y Hércules Hispano ya provocaron la presentación de más de 14.000 declaraciones complementarias en las que se reconocen patrimonios por un valor de 400.000 millones de pesetas y rentas por 100.000 millones.En el caso de La Caixa hay más de 6.000 titulares con pólizas superiores a los 15 millones de pesetas y que en conjunto representan más de 200.000 millones de pesetas, según fuentes de la entidad. La afloración de los depósitos de estos 6.000 clientes puede suponer unos ingresos para Hacienda de 100.000 millones.
Durante los últimos cuatro meses, La Caixa, convencida de que al final sería inevitable la entrega de las listas, ha intentado ganar tiempo a base de recursos para que la digestión del asunto no fuera traumática. Así, ha logrado convencer a sus principales clientes para que presenten declaraciones complementarias, evitando así la pérdida de depósitos. Durante los cinco primeros meses del año los depósitos de La Caixa han aumentado cerca de 200.000 millones. Sin embargo, los beneficios del primer trimestre se han situado en 670 millones de pesetas, frente a los 5.615 millones del mismo período del año anterior.
Los directivos de La Caixa insisten en que su actuación ha sido legal en todo momento y recuerdan que sus seguros de prima única (Libreta 2.000 SM y Libreta KD) han sido autorizados por la Dirección General de Seguros. Para La Caixa, Hacienda carecía de facultades para pedir estas listas de forma generalizada. "Las pólizas de prima única se encuentran en la misma situación legal que los pagarés del Tesoro", aseguran sus expertos. En cualquier caso, lo que resulta evidente es que La Caixa ha resultado discriminada con respecto al tratamiento que se dio a los bancos en 1985, cuando la ley de activos financieros puso fin a la opacidad fiscal de los pagarés bancarios.
Sin embargo, la legalidad formal en la actuación de La Caixa no se ha correspondido con su práctica. Numerosos clientes consultados por este periódico han asegurado que fue la propia entidad la que les garantizaba la opacidad fiscal de estos productos "que no se tenían que declarar". Pero esta posición no impedía un cumplimiento formal de la legalidad: cada año, la caja enviaba a sus clientes un estracto de estas operaciones en el que se les recordaba sus obligaciones fiscales.
Mientras, un portavoz oficial de Economía señaló ayer que el auto es "muy favorable" porque "da la razón al ministerio igual que sucedió en los dos casos anteriores en que ha habido pronunciamiento" [La Unión y El Fénix y La Estrella]. La única novedad es la relativa a las listas de beneficiarios que, según Hacienda, "satisface plenamente nuestras aspiraciones", pues se podrán identificar en el momento en que se produzca un hecho con trascendencia tributaria.
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