Las lágrimas de Zhao Ziyang
El mundo vio en las lágrimas que el secretario general del Partido Comunista Chino (PCCh), Zhao Ziyang, derramó el pasado 19 de mayo ante un grupo de estudiantes en huelga de hambre por la democratización del país, el símbolo de su defenestración política. Deng Xiaoping, que en 1987 tuvo que desprenderse de su brazo derecho, Hu Yaobang, para acallar la furia de los conservadores ante la "liberación burguesa" de los estudiantes, ha tenido, dos años más tarde, que desprenderse de quien era su brazo izquierdo.Famoso por haber llevado a la provincia de Zechuan, la más poblada de China, un progreso económico inusitado desde que se encargó del Gobierno de ésta en 1978, Zhao fue elegido por Deng para poner en práctica su teoría de las cuatro modernizaciones de China y, como buen tecnócrata, aprovechó las circunstancias de una nación deseosa de progreso y de mejora de nivel de vida para alcanzar una media de crecimiento sostenido superior al 10% anual.
Su traspaso de jefe del Gobierno a jefe del partido, al caer Hu Yaobang, sentó mal a los conservadores, que lo consideraban estrechamente ligado a éste y, por tanto, otro burgués.
Las repetitivas fotos de Zhao Ziyang jugando al golf con los dirigentes extranjeros que visitaban China estaban colmando la paciencia de los ancianos hacedores de la Larga Marcha, que se empeñan en seguir gobernando un país de 1.150 millones de habitantes en circunstancias muy distintas a las que ellos conocieron cuando sólo contaban 70 años, que son los que tiene actualmente Zhao.
Hijo de un terrateniente de la provincia de Henan, al sur de Pekín, Zhao era uno de los pocos chinos llegados a la cúpula dirigente del partido comunista sin haber hecho carrera en el Ejército. Corría 1932 cuando Zhao se unió a las filas del partido y, desde entonces, desempeñó tareas políticas.
Posición truncada
Como la mayoría de los dirigentes actuales, Zhao vio truncada su posición en el partido en octubre de 1977 en plena euforia de la Gran Revolución Cultural, cuando fue criticado públicamente y tuvo que desaparecer del escenario político para preservar su vida.
La defensa a ultranza de una reforma cada vez mayor y de abrir completamente las puertas del país ha llevado a que responsabilizara a Zhao del excesivo calentamiento de la economía en los dos últimos años, lo cual ha motivado una inflación del 30%. Pero, como ahora su trabajo era político, los conservadores tampoco dudaron en señalarle con el dedo en cuanto los estudiantes salieron a la calle pidiendo democracia. Fuentes diplomáticas aseguran que un Zhao acosado trató de aprovechar tanto la movilización estudiantil como la visita del presidente de la URSS, Mijail Gorbachov, para "hacerse con el poder", lo que le ha valido la pérdida de éste tras una larga y penosa lucha en la cúpula que ha desestabilizado al país y parece resuelta sólo por el momento.
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