El Gobierno aspira a conseguir un acuerdo sobre la unión monetaria de la CE aunque sea por mayoría

España aspira a conseguir en la cumbre de Madrid un acuerdo político sobre la unión monetaria que vaya más allá de la primera fase a que está dispuesta a sumarse el Reino Unido. La presidencia española cuenta con el apoyo de la RFA y Francia para que la CE asuma encarar todo el proceso con carácter irreversible, según afirmaron ayer fuentes oficiales españolas. El veto de la primera ministra británica, Margaret Thatcher, podría dejar aislado a su país, y, en ese caso, la decisión sería adoptada por mayoría. El presidente de la Comisión Europea, Jacques Delors, comparó la reunión con la "etapa de montaña" de una carrera ciclista de la que "espera con interés saber si los 12 corredores llegarán juntos a la cumbre".

[Fuentes gubernamentales comentaron que la presidencia española de la CE confía en Regar a un consenso de todos los jefes de Estado que asistirán al Consejo Europeo de Madrid, aunque el propio presidente español, Felipe González, ya advirtió que podrían tomarse acuerdos por mayoría. En este sentido, persiste el temor a que el probable rechazo del Reino Unido a comprometerse a la unión monetaria en su conjunto suponga un bloqueo para avanzar en este aspecto esencial de la unidad de Europa.Un alto cargo del palacio de la Moncloa afirmó que la presidencia española de la CE desea que el Consejo Europeo encargue a los órganos competentes la puesta en marcha de la primera fase de la unión monetaria, tal y como ha sido diseñada en el informe presentado por el presidente de la Comisión de la CE, Jacques Delors. Asimismo González confía, según las mismas fuentes, en que la reunión de Madrid sirva para promover los preparativos de la conferencia intergubernamental necesaria para pasar de la primera fase de unión monetaria prevista por Delors a la segunda y tercera.

La ministra portavoz del Gobierno, Rosa Conde, afirmó ayer que la presidencia española de la CE contempla con optimismo el probable debate político "importante" y los posibles avances que sobre la unión económica y monetaria europea pueden producirse en la cumbre. Conde reconoció que existen más dificultades en relación al anteproyecto de carta social recientemente acordada por todos los ministros de Trabajo de la CE con excepción de los de Dinamarca y Gran Bretaña.]

La agenda de la reunión que pasado mañana inician los jefes de Estado y de Gobierno de los doce, dijo Delors, "está muy cargada y si juzgo por los artículos de la Prensa será además explosiva". El presidente de la Comisión Europea dio ayer su tradicional conferencia de prensa antes de cada cumbre europea y discrepó abiertamente con el presidente del Gobierno español sobre el alcance de la Carta de los derechos sociales fundamentales que será, junto con la unión monetaria, uno de los dos grandes temas a debatir. No escatimó, sin embargo, elogios para la presidencia española y para el "talento político" de González.

Para Delors la "Carta social debe ser una declaración solemne, nada más, que ilustre nuestros valores y sirva de ejemplo a países terceros como Hungría y Polonia". Tras recordar que "González pedirá que se hable de esta resolución" en Madrid, Delors se desmarcó del presidente español al recalcar que "si los jefes de Gobierno quieren ir más lejos [que la Comisión Europea] es un asunto suyo". "Yo no pido una llave para abrir la puerta de delante ni la de detrás", afirmó en un intento de apaciguar a la primera ministra británica, Margaret Thatcher.

La concesión a Thatcher del jefe del Ejecutivo europeo parece ante todo destinada, según interpretan fuentes diplomáticas españolas, a obtener a cambio una actitud flexible de la dama de hierro de cara al proyecto de unión monetaria. El presidente de la Comisión insistió ayer hasta la saciedad en que las tres fases que propone para llevar a cabo la unión monetaria son indisociables y "cuando se sube a bordo para efectuar el primer trayecto hay que afirmar su voluntad de ir hasta el final", hasta la creación de un banco central europeo y de una moneda única. "0 todo o nada", resumía un diplomático.

[En otras declaraciones a la cadena de televisión estadounidense PBS, Delors pronosticó que Europa tendrá una moneda común "dentro de 10 o 15 años", informa France Presse].

Acuerdo franco-alemán

Francia y la República Federal de Alemania (RFA) acudirán con una postura común en favor de la unión monetaria a la cumbre. El "acuerdo absoluto", según informa José Antonio Sorolla, fue reafirmado en la entrevista que mantuvieron el jueves en París el presidente de la república francesa, François Mitterrand, y el canciller alemán, Helmut Kohl.

El acuerdo franco-alemán frente a la postura de fue preparado asimismo en una reunión mantenida a principios de semana por los ministros de Asuntos Exteriores de ambos países, Roland Dumas y Hans-Dietrich Genscher. La posición de Francia y de la RFA es compartida por España y por Italia. Estos cuatro países son los más favorables a que de la cumbre "salga un compromiso político claro y sin equívocos" sobre el proceso de la unión monetaria.

Francia, que asumirá la presidencia de la CE el 1 de julio, considera la unión económica y monetaria como un instrumento necesario para obtener las ventajas derivadas del mercado único y como un "complemento indispensable" de la liberalización del mercado de capitales. Aparte del Reino Unido y de Dinamarca, las autoridades francesas estiman que Portugal, Grecia y Holanda pueden presentar las mayores reticencias.

Por su parte el portavoz del Gobierno federal de la RFA, Hans Klein declaró ayer que Bonn espera "avances significativos" y la "configuración del itinerario" de la unión monetaria. Klein agregó que Bonn espera que la Carta Social sea aprobada a lo largo de este año.