_
_
_
_
_

Gorbachov, en Alemania

La visita de Gorbachov a la RFA debe ser tratada con cuidado por ambas partes para que no crezcan falsas esperanzas acerca de lo que se puede conseguir. Probablemente por primera vez desde el final de la II Guerra Mundial, Alemania Occidental está siendo considerada tanto por EE UU como por la URSS como el actor principal en el escenario europeo. Después de cuatro décadas de ser considerada como un gigante económico y un enano político, por fin ha llegado al estado adulto, políticamente hablando. Las discusiones sobre armas nucleares dentro de la OTAN han mostrado que Bonn ya no está dispuesto a tragar pasivamente todas las medicinas prescritas por sus aliados occidentales más importantes, como EE UU, Francia o el Reino Unido. La mayor precupación entre los aliados de Alemania Occidental la provoca su postura ante la defensa. Aquellos que, como el Gobierno británico, creen que las armas nucleares son la mejor garantía para la paz en Europa están preocupados por la cálida acogida que ha dado Bonn a las últimas iniciativas de Gorbachov en cuanto a control de armamentos. El deseo del líder soviético de desnuclearizar la totalidad de Europa es apoyado por una gran parte de la opinión pública germana. Pero las manos del canciller están atadas por la política de la OTAN, la cual establece claramente que la defensa de la Alianza debe seguir estando basada en una combinación de armas nucleares y convencionales. 13 de junio

Cuando un tema da mucho que hablar, lee todo lo que haya que decir.
Suscríbete aquí

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_